Cinco cordobesistas se desplazaron hasta el estadio de los Juegos del Mediterráneo para animar a su equipo en una nueva (y ya van doce) derrota esta temporada, que va camino de récord. Cabían en un coche los aficionados que quisieron estar presentes en el nuevo naufragio cordobesista, esta vez en aguas almerienses.
Obviamente, mucha culpa de esta escasa respuesta la tiene la nefasta temporada. El Córdoba no invita a sus hinchas a echarse a la carretera, cuando en el ánimo del más optimista la victoria parece poco más que una quimera. Pero tampoco ayuda la actitud del club, que no quiso negociar la rebaja en el precio de las entradas para los visitantes, que ayer estaban a 30 euros.
La descomposición a marchas forzadas de la entidad prosigue. Ayer, los cinco valientes se quedaron con cara de póker con el gol de Motta, que sentenció a un Córdoba que no hizo un mal partido, pero que estuvo plano en el juego ofensivo y, pese a monopolizar el balón, fue incapaz de llevar peligro real a la meta de René. La imagen de Alfaro, cabreado tras su sustitución a poco de acabar el partido, es buena prueba de lo que vive este equipo. El onubense podía estar enfadado consigo mismo, por un partido cuanto menos discreto, con el entrenador, por mandarle al banco, por la derrota que ya campeaba en el luminoso, o por la bochornosa temporada. Su enfado es el mío, el tuyo, el nuestro.
Los aficionados blanquiverdes desplazados a los Juegos del Mediterráneo cabían en un coche
De aquí al miércoles, cuando el Córdoba recibe al Reus en El Arcángel, volverán las apelaciones a la unidad, a apoyar en las malas, a dejar las peleas intestinas para más adelante, a salvar de la quema al moribundo. Un discurso cada vez más vacío, exasperante y aburrido. Porque este Córdoba está casi muerto y necesita de una total renovación en el mercado de invierno para darle la vuelta a la situación. ¿Acometerán los González la inversión necesaria en el próximo mercado? ¿O dejarán que el Córdoba se muera lentamente, hacia un descenso que haría peligrar el futuro de la entidad?
