Si hay un partido con elementos de sobra para poder ser visto es el del próximo sábado en El Arcángel (22.00 horas). Miroslav Djukic debutará en el banquillo de los blanquiverdes, mientras que Jagoba Arrasate podría vivir las últimas horas en el suyo en caso de derrota. Los donostiarras han acusado la pelea por meterse en competición europea y les está costando arrancar en esta temporada. Tanto, que lejos de casa están firmando una horrorosa racha en la que no conocen la victoria desde el pasado 26 de abril, día en el que se impusieron en el Benito Villamarín al Real Betis, que ya entonces estaba descendido. Tan solo han logrado los txuri urdin dos victorias en los últimos 12 encuentros lejos de Anoeta, el mencionado en Sevilla y en Málaga, mientras que han caído derrotados en siete ocasiones. En la actual campaña tan solo ha logrado un empate en Balaídos, saldándose con derrota el resto de encuentros en los que ha actuado como visitante. El principal problema para los de Arrasate se encuentra en la defensa, ya que han encajado en todos los partidos disputados hasta ahora.

Pero si la Real llega a El Arcángel con unos números y sensaciones más que preocupantes, no son mejores los que posee el Córdoba, que no gana en El Arcángel desde el 25 de mayo, cuando se impuso en plena Feria al Real Madrid-Castilla por 2-0. Es más, la afición cordobesista tan solo ha visto tres triunfos en lo que se lleva de 2014: el mencionado ante el filial merengue, el 3-1 ante el Alcorcón, logrado el 13 de abril y el 2-0 ante el Recreativo de Huelva el 4 de enero, en el que ocupaba el banquillo Pablo Villa.

Vistos los precedentes inmediatos de unos fuera de casa y de otros en El Arcángel habrá que acudir a los recientes enfrentamientos entre cordobesistas y donostiarras a orillas del Guadalquivir. Y las sensaciones mejoran para el Córdoba de manera exponencial. No solo porque en el último cruce en Liga, en Segunda, el Córdoba de Alcaraz se impusiera con claridad a los vascos (2-0) en la primera temporada en el banquillo blanquiverde del granadino, sino porque además, el último cruce se produjo en Copa del Rey y hasta el ascenso del pasado mes de junio, era el mejor recuerdo junto al play-off con Jémez de la 2011/12.

Los blanquiverdes, a las órdenes de Rafa Berges, se enfrentaban a la Real Sociedad en el torneo del KO tras eliminar en segunda ronda al Elche en casa (1-0) y al Sabadell en tercera ronda y a domicilio (0-1). El cuadro se había sorteado y tanto donostiarras como cordobesistas sabían que el triunfador de la eliminatoria se enfrentaría al Barcelona.

El 1 de noviembre los de Berges recibían al equipo de Montanier, con hombres como Vela, Zubikarai, Rubén Pardo, Illarramendi, Xabi Prieto o Chory Castro. Poco antes del descanso adelantó a los locales Patiño, mientras que a poco del final y tras los cambios, Ansotegui cometía penalti sobre Fede Vico, que era transformado por Enzo Rennella, que saltó desde el banquillo.

En la vuelta, el 27 de noviembre, todo parecía ir en contra. El Córdoba venía de una dura derrota en Las Palmas 3-0, que generó algo más que un debate en tierras canarias. Para colmo, el día anterior al encuentro, Enzo Rennella debió abandonar la concentración al empeorar su padre, que finalmente falleció pocos días después.

Sin embargo, nada pareció afectar a los blanquiverdes, que realizaron un gran encuentro sobre el césped de Anoeta. A los 20 minutos Griezmann adelantó a los suyos, que fue remontado en la segunda parte con goles de Kiko Olivas y Dubarbier. El tanto de Agirretxe, a seis del final, tan solo evitó la que hubiera sido victoria más que justa de los visitantes. Pero la clasificación era para el Córdoba, que hizo regresar al Barça a El Arcángel 40 años después.