En diciembre de 2001 la Semana Santa de Baena fue declarada de interés turístico nacional. Con este título se reconocía la peculiaridad de la festividad baenense. El alcalde, Jesús Rojano, señala que fue un paso muy importante y significativo, ya que «supuso traspasar la frontera de Andalucía» para dar a conocer a toda España la «singularidad» de nuestra Semana Santa y la «intensidad y colorido» con la que se vive en Baena. Añade que «nos ha dado una mayor proyección y conocimiento» que permite que durante esa semana casi «dupliquemos» la población en Baena, con muchos turistas que «vienen a visitarnos y casi todos los baenenses que viven y trabajan fuera y que durante estas fechas siempre vuelven».

La principal figura de la Semana Santa de Baena es el judío, que participa en todas las procesiones, a excepción de la del Silencio. Está dividido en dos turbas, colinegros y coliblancos, con diferentes cuadrillas. El sonido del tambor es el sonido de la Semana Santa de Baena, ya que desde la madrugada del Miércoles Santo los judíos y su particular toque se adueñan de las calles. Otras de las peculiaridades son las representaciones bíblicas de pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento en los recorridos procesionales. Junto con los tambores roncos, los trajecillos blancos y algunas imágenes como el Cristo de la Sangre.

Jesús Rojano comenta que tanto el Ayuntamiento como la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa siguen trabajando para conseguir la declaración de interés turístico internacional, aunque reconoce que para conseguirlo es necesario una serie de publicaciones en medios escritos extranjeros. En esta tramitación se aportaron publicaciones muy numerosas en medios digitales, pero «desestimaron buena parte» de ellas porque requieren que sean medios impresos. «Creo que los criterios para el reconocimiento de interés turístico internacional han quedado anticuados con respecto a la evolución que han tenido en los últimos años los medios digitales y la promoción a nivel internacional», afirma el alcalde.