NACIÓ EN CORDOBA, 1930

TRAYECTORIA EJERCE DESDE 1955 Y HA SIDO VICEDECANO DEL COLEGIO DE ABOGADOS

"Al mediodía de ayer tuvo lugar en la iglesia parroquial de San Pedro el enlace matrimonial de la distinguida y bella señorita Ana Mari Giménez Cruz con el culto abogado don Enrique Garrido Poole". Así comenzaba la reseña publicada el 20 de marzo de 1966 en Ecos de sociedad .

--Han pasado ya 50 años. ¿Recordaba que Diario CORDOBA recogió su boda?

--Sí, además tengo todavía el recorte. Fue un día muy bonito. Nos casamos delante del cristo de la Misericordia y después cominos en el Córdoba Palace.

--¿Cómo era aquella Córdoba?

--Muy agradable. Yo tocaba la guitarra, me gustaba el flamenco, y he estado muchas noches en El Pisto y Los Califas y podías volver a las tres de la mañana tranquilamente a tu casa. La ciudad por entonces estaba resurgiendo; estaba la Electromecánicas, la Westinghouse...

--¿Ha vivido muchos cambios?

--He vivido la República, la Dictadura, la Transición y la Monarquía. Mi generación es la que ha vivido más cambios de la historia universal: el de la moneda; el de la tecnología, la televisión y los ordenadores, que es un cambio terrible... Yo he visto ordeñar cabras en el Gran Capitán y encender las luces de gas.

--¿Cómo fueron sus inicios de abogado?

--Desde el año 55 hasta el 63 estuve de pasante con José María Montoto, que fue mi maestro. En el 63 puse mi despacho independiente en la calle Alhakén...

--Y con 86 años sigue acudiendo a diario al despacho.

--Sigo trabajando porque soy un hombre muy activo. Fui fundador del Aeroclub, vicehermano mayor de la Expiración, vicedecano del Colegio de Abogados, del que ahora mi hijo es decano... No quiero quedarme en casa. También estuve metido en política con UCD. Adolfo Suárez me ofreció para ir de alcalde de Córdoba, pero no quise.