Lo del refrán castellano de Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo, no deja de ser... castellano, porque en Córdoba siempre se ha andado antes en manga corta. Sin embargo, esta atípica primavera ha hecho que tengamos que esperar en el Valle del Guadalquivir incluso hasta el 42 de mayo, mañana, para que por fin desde abril la máxima supere los 30º C. Una situación notablemente atípica para un mayo y principio de junio en Córdoba.

El caso es que si se confirman las previsiones de ayer de la Aemet (ya a principios de junio se llegó a pronosticaron máximas superiores a los 30º C que no llegaron a materializarse) el tiempo preveraniego no solo llega a Córdoba... va a caer a plomo. Así, para mañana se espera que la máxima por fin supere los 30 grados celsius (32º C, concretamente), que irá subiendo hasta los 38º C del sábado, más de 10 de los 27,8º C de máxima del pasado domingo.

Más aún llama la atención las mínimas, pasando desde los 14,2º C del pasado domingo a 20ºC del próximo, justo el límite de los que se conoce como noche tropical, en la que se hace difícil conciliar el sueño.

Se tratará de temperaturas más altas de lo normal por estas fechas (tampoco mucho, porque la media de los últimos 25 años está en torno a los 32º C para el viernes, día 15), pero indudablemente más bajas del mes de junio del 2017, que comenzó con una ola de calor y temperaturas que superaron los 40º C y terminó siendo de récord con tres marcas históricas: la media más alta de ese mes desde que hay registros (28,4º C), la media de las máximas más elevadas de junio (37,7º C) y la mayor media de las mínimas de la historia en la ciudad (19,1º C). En resumen: el junio más caluroso desde que hay registros oficiales en Córdoba, hace más de un siglo.