Indudablemente, la nueva carrera oficial potencia la Semana Santa y beneficia a las cofradías, que tienen con los palcos un dinerito extra haga sol o truene. Y por supuesto, todo lo que sea mejorar la Semana Santa es atraer savia nueva al movimiento cofrade. O no, porque tampoco me extrañaría que aumentara la animadversión por un sector muy importante de la ciudad que considera que se le está hurtando espacio público.

Quizá lo mejor es esperar a ver qué se ve desde los palcos, qué se ve desde las sillas, qué se ve desde las aceras e, incluso, cómo lo ven los participantes en las procesiones. A ver, a ver...