Partido de los de verdad en El Arcángel, de los que no sirven paños calientes ni otras argumentaciones que no sea la del triunfo. Como decía Luis Aragonés, "por lo civil o lo criminal". El Córdoba llega achuchado por más de dos meses de números grises (con 9 puntos de los últimos 30 disputados) acentuados con las tres derrotas consecutivas en las últimas jornadas. En casa ante el filial azulgrana y lejos de El Arcángel en Anduva y en La Romareda. Ese estancamiento blanquiverde querrá aprovecharlo un Tenerife que, en contraposición, vive sus mejores momentos en estos dos últimos meses. En las últimas ocho jornadas, los de Alvaro Cervera han logrado cinco triunfos (uno de ellos lejos del Heliodoro) y tres empates, por lo que llegan al coliseo ribereño con la única intención de seguir sumando en positivo y, si puede ser con tres puntos, mejor. Para ello dispondrá el técnico de Guinea Ecuatorial de su once de gala, prácticamente, en el que destacan las bandas, con Suso y Cristo Martín, la experiencia de Ricardo en la medular y la pareja atacante: Aridane y Ayoze, gran peligro de los chicharreros.

Por su parte, el Córdoba deberá hacer modificaciones y algunas podrían ser con regresos inesperados. Villa podría dar continuidad a Campabadal después de que el catalán debutase en Liga la pasada jornada en La Romareda y transmitiera buenas sensaciones. El relevo de Fran Cruz, de baja por lesión, podría ser tomado por Raúl Bravo, que actuaría por primera vez como central desde que llegó el pasado verano. Su puesto en el lateral zurdo sería ocupado por Samu de los Reyes. El centro del campo y la delantera sería el mismo que actuó en el campo maño, salvo que Xisco salte de inicio. Lo que parece muy probable es que el balear esté entre los 18 elegidos por el de Alcorcón. Si lo hiciera en el once titular el sacrificado sería Pacheco, ya que Pedro repetiría por la banda derecha, mientras que López Silva lo haría por la izquierda y Uli Dávila bajaría entonces a la mediapunta. El doble pivote, con Luso y Caballero, sería inamovible.

En caso de que Xisco empiece el encuentro en la banda, junto a su técnico, los seis que empezaron en La Romareda lo harían también esta tarde, con Pacheco por el centro, de mediapunta, y Uli Dávila en la vanguardia.

El apoyo de El Arcángel será fundamental como en las grandes ocasiones. Esta tarde es una de ellas. Y los números valen para los dos contendientes. Una victoria significará terminar la jornada a seis puntos del ascenso directo y estar empatado a puntos o como mucho a uno de los puestos de play-off de ascenso a Primera. Una derrota reflejaría en la tabla una sensación más que desagradable, aunque más familiar para los visitantes: situarse a tan solo dos puntos del descenso a Segunda División B.

Por lo tanto, al conjunto blanquiverde solo le vale la victoria para que el choque ante los chicharreros no suponga un punto de inflexión en el que aparecían, lógicamente, los nervios. Las rachas de uno y de otro han de cerrarse esta tarde.