La renovada idea de contruir una ciudad deportiva vendrá a sustituir los movimientos que desde el club se han llevado a cabo para dotar a todos sus equipos, desde el profesional hasta los de categorías base, de unas instalaciones adecuadas para su desarrollo futbolístico. La anquilosada y semi abandonada ciudad deportiva de Rafael Gómez sigue dando cobijo al filial y a los entrenamientos de los hombres de Paco Jémez, que se ha quejado en innumerables ocasiones del estado en el que se encuentra el campo en el que habitualmente deben hacer su trabajo.

La entidad blanquiverde quiso cortar de raíz este enorme problema recolocando, en primer lugar, a varios de sus conjuntos de base en instalaciones deportivas municipales, como las de Miralbaida, Guadalquivir o Alcolea. Del mismo modo, el equipo femenino que milita en Primera Provincial se desplazó esta temporada a disputar sus partidos en el estadio Monte Cronos del campus de Rabanales, un lugar que en un futuro inmediato será también el escenario de entrenamiento del primer equipo, merced al acuerdo que firmaron el Córdoba y la UCO el pasado mes de noviembre y que, por ahora, no ha podido ejecutarse por el mal estado de los campos de césped natural de la instalación universitaria.