Autor teatral

El cordobés Juan Carlos Rubio gana el Premio Talía por 'El novio de España'

El director y guionista de Montilla se alza con uno de los galardones españoles más relevantes de las artes escénicas

Juan Carlos Rubio.

Juan Carlos Rubio. / CÓRDOBA

Juan Pablo Bellido

Juan Pablo Bellido

El autor teatral montillano Juan Carlos Rubio logró anoche uno de los reconocimientos más importantes de su carrera. No en vano, la Academia de las Artes Escénicas de España distinguió al dramaturgo y guionista con el Premio Talía al Mejor Autor de Teatro de Texto, uno de los galardones españoles más relevantes de las artes escénicas.

Durante el transcurso de una gala celebrada en el Teatro Español de Madrid y conducida por la actriz Cayetana Guillén Cuervo, Juan Carlos Rubio recibió de manos del guionista Antonio Onetti y de la actriz Aitana Sánchez-Gijón el Premio Talía al Mejor Autor de Teatro de Texto por El novio de España.

En un discurso improvisado –algo que, como bromeó, "tiene mucho delito habiendo recibido un premio por autoría de texto"–, Juan Carlos Rubio quiso dedicar unas palabras "salidas desde el corazón" a su madre, Lola Cruz Contarini, que le decía "niño, tú siempre sé muy agradecido".

En ese sentido, el dramaturgo montillano quiso reconocer la "labor inmensa" de la Academia de las Artes Escénicas de España, así como el papel del jurado de esta edición que, en la categoría de Mejor Autoría de Teatro de Texto, había nominado también a Eusebio Calonge por Manual para armar un sueño y a María Goiricelaya por Nevenka.

Tras recordar en su breve discurso a los académicos, a la Compañía El Novio de España –al personal técnico, a las personas creativas, a los intérpretes y a los productores "por seguir invirtiendo tiempo y dinero en nuestros sueños"–, Juan Carlos Rubio también dedicó unas palabras a su padre, Manolo Rubio Ruz, que le solía repetir: "llévate bien con la gente e intenta hacer las cosas por las buenas, no por las malas". Por eso, el dramaturgo montillano quiso dedicar su premio "a la paz, en este país y en el mundo", arrancando una enorme ovación.

'El novio de España'

La obra galardonada anoche se centra en la relación de Luis Mariano y Carmen Sevilla que mezcla elementos reales con situaciones inventadas y que dan pie a una interpretación libre en torno a algunos momentos y situaciones que compartieron los dos famosos protagonistas de la función, una popular pareja artística que colaboró en tres exitosas películas. Y, todo ello, con el telón de fondo de la España gris de los cincuenta y la cruel realidad del exilio que vivían tantos ciudadanos españoles.

La acción se sitúa en el año 1952, cuando el internacionalmente conocido cantante vasco está rodando Violetas imperiales, su segunda película musical con la popular artista sevillana tras el éxito de El sueño de Andalucía. Entre los dos existe una entrañable amistad que ambos saben que no puede convertirse en amor dadas las evidentes preferencias sexuales del tenor.

Pero Luis está dispuesto a “heterosexualizar” su imagen, zanjar las habladurías y pedir a la actriz que se case con él. Su empeño se debe a una poderosa razón: sus padres, republicanos exiliados al principio de la Guerra Civil quieren regresar a España, y él desea pedirle a Franco que se lo permita renovando sus pasaportes, aunque para alcanzar este fin tenga que renunciar a su ser y convertirse en “un hombre de verdad”, casado y bien casado.

El novio de España es el segundo capítulo de la trilogía que Juan Carlos Rubio inició con En tierra extraña, un ficticio encuentro entre Concha Piquer, Rafael de León y Federico García Lorca en julio de 1936, al ritmo de coplas y jazz, montaje que pudo verse en el Teatro Garnelo de Montilla el 12 de noviembre de 2022.

Su objetivo, explica Rubio, es “hablar de nuestra tierra, de nuestros personajes, de nuestra música con esta trilogía musical que recoge parte de la historia de España, exactamente desde 1936 hasta 1975”. Ahora, con El novio de España, “también un homenaje a nuestro patrimonio musical, saltamos a 1952, fecha contemplada a día de hoy como el indudable arranque de una nueva etapa en esos años oscuros a los que nos condenó el franquismo”, explica el autor y director montillano.

Para Juan Carlos Rubio, la contienda no finalizó en 1939, sino que se extendió durante más de una década “como una guerra irregular y rural, aunque guerra al fin y al cabo” que en ese año 1952 se da por terminada. Pero, se pregunta el autor montillano, ”¿qué pasó con nuestros exiliados, aquellos que tuvieron que abandonar su tierra para, quizá, no volver jamás? ¿cuándo acabó para ellos esa maldita guerra?”.