Fuensanta García de la Torre llegó al Museo de Bellas Artes el 18 de marzo de 1981 y ayer confirmó de forma pública que dejará la dirección de este centro el próximo 28 de diciembre, cuando se jubile. "No es una inocentada", aseguró, tras reconocer que ella misma ha elegido el día. García de la Torre se encontraba en el sexto Encuentro de Museos de la provincia de Córdoba y, realizando un balance de sus treinta y dos años de trabajo en este centro, destacó que "me ha faltado una cosa importante: ver empezado el proyecto del nuevo edificio del museo junto a la Calahorra. Pero bueno, me llevo muchas alegrías, también momentos muy malos y, sobre todo, muy buenos amigos".

Cuando llegó a esta institución, había estado cerrada y no tenía luz eléctrica, agua o instalaciones de seguridad. Fue abierta al público meses antes de que ella desembarcase, gracias al esfuerzo de un grupo de voluntarios que "le habían dado un lavado de cara". No obstante, recuerda que "en un año nos quedamos por personal un vigilante y yo". En la actualidad, la plantilla del museo tiene veintidós trabajadores y, mientras en 1981 su presupuesto no alcanzaba las 500.000 pesetas, en el 2008 (el año que ha tenido más recursos) se aproximó a los 700.000 euros. La directora explicaba emocionada que, de toda la labor desarrollada ("he coordinado quizás el esfuerzo de otras muchas personas, en un equipo humano excepcional", dice) las iniciativas más relevantes han sido las exposiciones temporales y los talleres infantiles, y subraya el reconocimiento nacional logrado por este centro, "aunque le falta mucho camino por recorrer".

Sobre otro de los proyectos en marcha, la restauración de la casa de los Romero Torres, señalaba que "el plan museológico de la colección Romero de Torres lo dejo entregado". Después de esto corresponderá a la Junta, su propietaria, impulsarlo.