En su visita a La Rinconada

Robles dice que confía en la Justicia ante los nuevos indicios en las muertes de los militares en el Muriano

La ministra manifiesta que "las partes están en su derecho a pedir lo que estimen oportuno"

La ministra Margarita Robles atiende a los medios de comunicación.

La ministra Margarita Robles atiende a los medios de comunicación. / MANUEL MURILLO

E. P.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado este lunes que tiene "una confianza plena y absoluta en la Justicia" después de que el Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla se haya inhibido en la investigación de las muertes del soldado Carlos León y el cabo Miguel Ángel Jiménez, en unas maniobras en diciembre en la base de la Brigada Guzmán el Bueno X de Cerro Muriano, en favor del Juzgado Togado Central ante posibles "indicios de responsabilidad penal" respecto a dos coroneles, un teniente coronel y un comandante jefe, todos ellos aforados ante el Tribunal Militar Central.

Robles, en una visita a las obras donde se ubicará la futura Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba, ha manifestado también que "las partes están en su derecho a pedir lo que estimen oportuno", tras pedir el abogado de la familia del soldado Carlos León incluir en la causa como investigado al general de brigada al frente de la base en el momento de los hechos.

Preguntada por si le preocupa que el Juzgado Militar de Sevilla, antes de inhibirse, haya señalado que la maniobra se ejecutó "sin las medidas de seguridad necesarias", Robles ha mantenido que "los procedimientos judiciales tienen un trámite y hasta que no haya una sentencia firme, la verdad judicial no se puede conocer", a lo que ha agregado que "lo importante es dejar trabajar a los jueces con prudencia y con mucho respeto".

Lo que dice el auto

Al respecto, en el auto de inhibición, la citada instancia judicial expone que de lo actuado sobre el fallecimiento del soldado León Rico y del cabo Jiménez Andújar el 21 de diciembre durante el cruce de un lago artificial en la base, "en principio se pudiera considerar que el fatídico resultado producido tuvo su origen en que las medidas de seguridad empleadas en orden a la correcta realización del ejercicio programado no cumplieron la función pretendida".

Según el juez, "en relación al ejercicio a realizar en un espacio acuático de la base, una especie de lago o pantano artificial con una extensión de aproximadamente 2.200 metros cuadrados, por el capitán" al momento "de elevar a la superioridad el programa del período de instrucción en el que se incluía la actividad de cruce de río, no se hizo apreciación o valoración alguna respecto de aspectos muy importantes para realizar el ejercicio de forma segura y correcta".