El hospital Reina Sofía de Córdoba ha probado con éxito el empleo de un corazón artificial en niños como paso previo al trasplante. Este mecanismo artificial, que hace las veces de corazón mientras que llega la donación del órgano, se ha implantado con éxito a tres niños en Andalucía. El programa de asistencia ventricular de larga duración comenzó en el hospital Reina Sofía, centro de referencia en Andalucía en esta materia, hace cinco años. La comunidad andaluza es, junto a Galicia, Madrid y Cataluña, una de las cuatro regiones españolas donde se ha empleado ya esta técnica, aplicada con distinto éxito a 40 pacientes pediátricos, tres de ellos, como se ha dicho, en Córdoba.

El último de estos pacientes ha sido Adrián, un niño malagueño de 8 años que padecía una insuficiencia cardiaca terminal y recibió su nuevo corazón a finales de año. Gracias a esta técnica pionera pudo esperar a esa donación durante cinco meses haciendo una vida hospitalaria normal . Adrián ya ha sido dado de alta. Uno de los cirujanos cardiovasculares que ha cuidado de este niño, Jaime Casares, explicó ayer el funcionamiento de la válvula artificial extracorpórea que se conecta al corazón a través de cánulas. Por su parte, el director de la unidad de gestión clínica de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero, abundó en que el empleo de esta tecnología "resta estrés" a la familia del hospitalizado, al no tener que estar éste sedado ni anestesiado durante la espera del trasplante.

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, destacó ayer en Córdoba que la importancia de este nuevo hito no reside en las cifras o la tecnología, "sino en el avance que significa para las personas a las que se les trasplanta, a los que no les cambia la vida sino que se la dan".

A NIVEL MEDICO La miocardiopatía dilatada es la principal indicación de uso de este dispositivo, seguida de las cardiopatías congénitas, si bien su empleo es excepcional y de ahí que en cinco años el conocido como Berlin heart únicamente se haya usado en tres ocasiones en Andalucía, informa el centro hospitalario. Además de Adrián, el corazón artificial se aplicó a un bebé de 17 meses y a un niño de 5 años. En la atención de estos pacientes participa un equipo multidisciplinar que incluye cardiólogos, cirujanos cardiovasculares e intensivistas pediátricos, pediatras, anestesistas, hematólogos, perfusionistas y personal de enfermería (enfermeros, auxiliares y celadores), todos ellos con amplia experiencia en el manejo de situaciones complejas como las que presentan estos pacientes.

El uso de este tipo de intervenciones es puntual. Requiere de un estudio pormenorizado del estado del paciente, así como del momento más idóneo para su implantación. La colocación del dispositivo permite estabilizarlos en situaciones muy comprometidas y así llegar al trasplante en condiciones aceptables. Durante el tiempo que pasan conectados al mecanismo, los menores permanecen ingresados en la UCI pediátrica del Hospital Reina Sofía (pueden moverse por el hospital) hasta que la recuperación tras su retirada y después del trasplante les permite pasar a planta. En los cuidados recibidos por el equipo de profesionales de la unidad de intensivos pediátricos recae gran parte del éxito de estos implantes.