Aunque los trabajadores de Sadeco saben bien que el botellón no ha terminado (porque hacen varias rutas los fines de semana para recoger los restos de pequeñas concentraciones) la dispersión de las reuniones y que solo quede un botellódromo habilitado, el del aparcamiento junto al zoo, ha propiciado que en los últimos tres años el problema pasara a un segundo plano.

Sin embargo, el conflicto no se ha solucionado, solo se ha barrido debajo de la alfombra, como demostró la tragedia de la semana pasada en la zona de encuentro juvenil junto al zoo, en donde la noche del sábado se registraron siete reyertas y murió un joven de 22 años mientras y otros dos resultaron heridos en el único botellódromo que queda de los cuatro que fueron habilitados en noviembre del 2004 por el Ayuntamiento.

Aunque el gobierno local ha anunciado que aumentará las medidas de seguridad, reconoce que no tiene previsto replantearse este último botellódromo oficial, informaron fuentes del equipo de gobierno. Mientras, el primer frente de debate se reabría por parte de la comunidad educativa, y más concretamente por el director de ETEA, Gabriel Pérez Alcalá, que reiteró su opinión de que el botellódromo junto al zoo resulta "escandaloso" por ser el peor referente educativo, justo en una zona vecina a un centro sanitario (el antiguo hospital provincial), otro educativo (ETEA) y cuatro de tipo cultural e infantil (el zoo, la ciudad de los niños. el teatro de La Axerquía y el Jardín Botánico). Pérez Alcalá, sin embargo, reconocía el miércoles que ya había mantenido contactos con distintas concejalías para tratar problemas generados por el cercano botellón .

Otro frente de la polémica son los vecinos. Así, la AV Al-Andalus (Parque Cruz Conde) recordó que aunque el barrio aceptó el botellódromo como equipamiento de ciudad, "tampoco vamos a protestar si lo quitan", resumía el presidente de la AV, Carlos Ordóñez. Más contundente se muestra la Federación de AAVV Al-Zahara, que ha solicitado formalmente que se convoque la Mesa de la Movida, el órgano municipal que fiscaliza el programa de ocio alternativo nocturno para jóvenes, iniciativa tan paralizada este año como la propia Mesa de la Movida, que no se reúne desde el 2008. Capítulo aparte está la propia Policía Local. Al respecto, el sindicato Independiente de Policía Local y Bomberos (Siplb) difundió un comunicado en el que, además de expresar su condolencia por la muerte del joven, reconoce que faltan efectivos y que en ocasiones no se puede garantizar ni la propia seguridad de los agentes presentes para vigilar el botellón .