El tramo Sur de la variante Oeste, que incluye el séptimo puente de Córdoba, el de Abbas Ibn Firnas, se abrirá al tráfico a mediodía de mañana tras ser inaugurado esta tarde por el ministro de Fomento, José Blanco, tal y como adelantó este diario. El acto de hoy contará también con la presencia de la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar; la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz; y el alcalde, Andrés Ocaña. Es la primera vez que Blanco viene a Córdoba como titular de Fomento.

La puesta en servicio del tramo de 5,94 kilómetros que une las autovías A-4 (Madrid--Sevilla) y la A-45 (Málaga) con la carretera del Aeropuerto (N-437) será el sábado después de las 13.00 horas, ya que previamente, a partir de las 9.30, los cordobeses tendrán la oportunidad de recorrer a pie el nuevo puente.

Fomento ha destinado más de 83 millones de euros a esta obra que se adjudicó en el 2004 a Dragados por 51,1 millones, superados ampliamente por las modificaciones del proyecto necesarias tras la aparición de restos arqueológicos y por las exigencias de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Los trabajos empezaron en la primavera del 2006 con un plazo de 41 meses, que también se ha sobrepasado.

Es la primera carretera estatal inaugurada tras la conclusión de la A--45 a finales del 2009 y se abre más de dos años después de la terminación por la Junta de su vecina ronda de Poniente, cuyos seis kilómetros costaron 76 millones de euros y tardaron en ejecutarse seis años. El tráfico de esta ronda disminuirá con la nueva variante.

Los trabajos se han dividido en cuatro tramos --de la N-437 al río, el del puente, del puente a la A-4 y de la A-4 a la A-45--. Su principal virtud es que facilitará el acceso desde las dos autovías al aeropuerto. Es una nueva conexión entre el Sur y el Oeste que beneficiará también a los barrios de Poniente, aunque las consecuencias más positivas llegarán cuando se construya el segundo tramo, el Norte, que unirá la N-437 con la carretera de Palma (A-431), permitiendo a muchos conductores acceder al parque logístico, al parque joyero y al nuevo polígono industrial desde las autovías de un solo tirón y sin atravesar la ciudad. Su principal atractivo es su puente de arcos atirantados que se eleva 17 metros sobre el río y recuerda al ingeniero que le da nombre.