Síguenos en redes sociales:

grandes personajes de la españa del siglo xx

Disputa entre herederos

Pablo Iglesias dudó de a quién dejarle el PSOE cuando él ya no estuviese

Disputa entre herederos

Había cuatro posibilidades. 1, Julián Besteiro. 2, Largo Caballero. 3, Indalecio Prieto y 4, dejar que el presidente saliese elegido en un congreso. Pero esto último era muy arriesgado y enseguida lo desechó. Así que solo le quedaba elegir a uno de los tres y no acababa de decidirse por ninguno de ellos. En esa encrucijada mental aprovechó un día que vino a verle su amigo y biógrafo, Juan José Morato, para pedirle datos sobre su infancia y seguir hablando del futuro del partido, que era lo que más le preocupaba en esos momentos ya finales de su vida. Entonces se sinceró y le dijo:

-Morato, no quiero engañarte, esto no va bien, mi organismo no resiste más.

-No diga eso, don Pablo, usted es más duro que una piedra.

-No, te equivocas, ya sé que cualquier día de estos la palmo. ¡Ay, pero antes tengo que decirte algo!

-Usted dirá... aunque me imagino de qué se trata.

-Entonces tendrás las mismas dudas que yo...

-Sí, no acabo de inclinarme por ninguno de los tres. Verá, Besteiro, eso no hay que decirlo, es el más sensato de los tres, y el más formado, y el más culto, y si me apura hasta el más marxista, pero no acabo de verlo con los obreros-obreros. Largo es todo lo contrario, Largo tiene mentalidad de obrero y se maneja mejor que Besteiro con los obreros, sin embargo es un hombre inculto y como tal fácil de influir. Yo diría que es «un hombre orejeras».

-¿Y eso qué es?

-Bueno, así llamaba mi padre, que era un filósofo, a los aprendices que cuando iniciaban un camino ya no sabían rectificar, aunque se hubiesen dado cuenta de que habían elegido el camino equivocado e iban directos al fracaso. ¿Y qué le puedo decir de Prieto? Está claro que Indalecio ha nacido para hablar en las Cortes, creo que en él tenemos al mejor parlamentario que podríamos tener.

-Pero ¿por quién te inclinarías tú?

-Pues, yo le daría el partido a Besteiro; el sindicato a Largo y las Cortes a Prieto.

-Sí, también yo lo veo así, pero no olvides que el partido y el sindicato van unidos, tienen que ir unidos... ¡Ese es el problema, que tengo que elegir entre uno de los dos!

-Pues, ya sabe a quien elegiría yo. La situación de España, e incluso del partido, no están para «hombres orejeras», entre otras cosas porque estamos bajo una Dictadura militar y esto no se sabe cómo puede terminar

Y el Abuelo convocó ese mismo día el congreso ordinario del PSOE primero y para poco después el de la UGT (era el 13 ordinario, que no se celebraba desde el año 18, porque los del 19, 20 y 21 fueron extraordinarios). Y el congreso eligió presidente a Julián Besteiro, el catedrático de Lógica de la Universidad Central, que después sería también de la UGT hasta 1934. Desgraciadamente, Iglesias ya había muerto.

Sin embargo, no acabaron ahí los problemas, más bien comenzaron, porque Largo jamás acabó aceptando que Besteiro hubiese sido el elegido y enfrentados vivieron mientras duró la Dictadura, luego con la República y hasta en plena Guerra Civil.

Durante la Dictadura porque cada uno de ellos defendió posturas distintas. Besteiro no quiso ponerse en contra, pero tampoco quiso colaborar. Largo, quiso colaborar y colaboró, aunque solo en lo que tuviese que ver con «el mundo social», y Prieto defendió ponerse totalmente en contra y declararle la guerra. Al final Largo acabaría siendo miembro del Consejo de Estado que creó Primo de Rivera, Besteiro se encerró en el partido y Prieto se pasó a la oposición. Eso sí, los tres mantuvieron las formas y el PSOE no se rompió.

Algo parecido sucedió con la llegada de la República, aunque también con posturas variadas. Los tres apoyaron la República incipiente, pero Largo y Prieto no solo decidieron colaborar sino que entraron como ministros del Gobierno Provisional (Largo, de Trabajo y Prieto, de Hacienda. También entró en ese Gobierno Fernando de los Ríos como ministro de Justicia). Por el contrario, Besteiro defendía apoyar al máximo a la República pero sin una colaboración de Gobierno... y eso sí motivó cambios en la estructura orgánica del partido, porque en el congreso de 1932 ya salió como presidente del PSOE Largo Caballero. Besteiro seguiría como presidente de la UGT (solo hasta 1934) y Prieto fue el verdadero portavoz en el Congreso de los Diputados. Naturalmente, ese cambio se produjo porque los que habían ocupado un sillón con sueldo no querían perderlo ni a tiros.

Pero la verdadera lucha entre los tres llegaría el verano de 1933, o sea justo cuando Largo y los suyos perdieron sus sillones, al caer el Gobierno y convocarse nuevas elecciones generales. El enfrentamiento llegó en la Escuela de Verano que convocaban cada año las Juventudes Socialistas (JJSS) en Torrelodones, pues el titulo que Santiago Carrillo había elegido, como secretario general de estas, fue Los caminos posibles del PSOE. Allí el día 5 de agosto Besteiro se inclinó por un «socialismo en libertad y democrático»; Prieto, el día 8, defendió que no había llegado la hora del socialismo y que por tanto había que esperar. Sin embargo, Largo en el discurso de clausura, el día 12, fue rotundo y tajante: guerra a la República burguesa, defensa a ultranza del marxismo-comunismo y Dictadura del Proletariado.

Y aquella guerra la ganó Largo Caballero, a quien allí mismo y entre aplausos frenéticos de los miembros de las JJSS, dirigidos por Carrillo, le bautizaron como «el Lenin español». (Ver el Discurso de la Ruptura íntegro en este enlace).

¡Ay, si Iglesias hubiese levantado la cabeza y hubiera visto a «su» PSOE entregado a Moscú!. Porque eso fue lo que hizo el socialista Juan Negrín en cuanto fue designado jefe del Gobierno.

Pulsa para ver más contenido para ti