Desde hace varios días, los fans de Zara vienen avisando de una novedad que está empezando a extenderse por las tiendas de ropa más concurridas de nuestro país. Según parece, la cadena estaría implementando un nuevo modelo para devolver la ropa a los dependientes. 

Los motivos para ejecutar este cambio parecen provenir del nuevo concepto de tienda que quiere explotar Zara: las tiendas insignia o ‘flagship’. Este tipo de establecimientos, también llamados concept store, utilizan la metáfora del “buque insignia” para representar a la tienda de referencia de una marca. 

Esta tendencia en el diseño y conceptualización de las tiendas físicas tiene dos objetivos: albergar mucho más espacio en el almacén para asistir a la distribución de compras online, y funcionar como una especie de exposición donde toda la ropa está ordenada y seleccionada. 

De esta forma, la evolución natural de las tiendas de Zara es hacia un entorno limpio donde no volveremos a ver montones de prendas de distintas tallas apiladas una encima de otra. 

Aunque este tipo de tiendas ‘flagship’ de momento solo se ha implementado en las principales capitales españolas como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao; los compradores más asiduos ya están empezando a reportar que algunas prácticas de los centros más exclusivos llegan a toda la red comercial de Zara. 

 A partir de ahora, la ropa en Zara se devuelve así 

Los empleados de algunas tiendas de Zara están empezando a implementar una petición cuando los clientes salen de los probadores: que devuelvan la ropa bien doblada o emperchada. 

En la práctica, esta solicitud de los trabajadores de la tienda de moda se ha materializado en tres cosas: por un lado, los clientes devuelven la ropa que se han probado a sus perchas, la ponen del derecho si ha quedado del revés o la doblan como estaba antes de entregarla; en otro sentido, los empleados que están en el probador ayudan a quienes no se aclaran para que puedan hacerlo de forma más rápida; y, por último, quien decide no colaborar con la iniciativa puede hacerlo sin problema. 

Aún no sabemos si esta práctica es una consigna de la empresa o simplemente una iniciativa de sus trabajadores, pero en publicaciones de redes sociales donde se está comentando el asunto varias personas confirman que han experimentado esta novedad por sí mismos. 

En general, el sentido hacia esta resolución es positivo: varios usuarios confirman que no solo se lo han pedido, sino que también les parece perfecto por motivos de higiene, educación o empatía; mientras que otros que todavía no lo han vivido confirman que ya lo hacen así desde siempre.