Luis Fonsi participó el pasado sábado en el programa de Telecinco ‘Déjate querer’ y en la entrevista con Toñi Moreno confesó varias incógnitas sobre su vida profesional y personal. 

El cantante puertoriqueño admitió que intentó dejar la música dos veces y que sufrió una depresión que lo obligó a dejar de cantar. A raíz de esta conexión, el intérprete de ‘Despacito’ sorprendió a una fan, Amanda, que sufría el mismo problema: “yo pensé que deshacerme de la música era lo que necesitaba, pero era un momento de rabia”. 

Pero no todo fueron momentos dramáticos, la larga charla con la presentadora de ‘Déjate querer’, Fonsi también tuvo espacio para hablar sobre su esposa actual, Águeda López, y su relación con Córdoba, de donde ella es natural. 

La Córdoba favorita de Luis Fonsi

Una de las grandes revelaciones que Fonsi regaló a los espectadores de Telecinco fue cómo conoció a Águeda López: “coincidí con ella en el mismo set. Águeda estaba haciendo unas fotos. La miré, me miró y en aquel momento no pasó nada. Yo estaba saliendo de un divorcio muy complicado”.

Después de ese momento, el artista confesó que empezaron a conversar por Facebook y dos hijos y once años después, son uno de los matrimonios más estables del panorama musical. 

La pareja del cantante nació en Hornachuelos, un municipio en la falda de la Sierra Morena cordobesa, y a raíz de ahí, se sinceró sobre su relación con la provincia andaluza: “yo ya conduzco por las calles de Córdoba, voy a Hornachuelos, como las croquetas de mi suegra y tengo mis restaurantes favoritos”, incluso dice que muchas veces va a Córdoba “y nadie se entera”. 

Su suegra tiene buena parte de la culpa de la estrecha relación entre Córdoba y Luis Fonsi: “me hace flamenquín y el salmorejo…Ella siempre está con nosotros cuando estoy por aquí, sobre todo cuando salgo de gira. También pasa un mes con nosotros en Miami”. 

Pero, si tiene que elegir qué es lo que más le gusta de Córdoba (aparte de “ese frío que hace en verano”), para el artista lo mejor es “caminar por sus calles, comer en lugarcitos por ahí. La gente te recibe siempre con buen ánimo, con una sonrisa y un abrazo… y así soy yo. Relajado, nada formal, me gusta hablar con la gente”.