El año pasado causaron sensación y este verano los Obama vuelven otra vez de vacaciones a Martha´s Vineyard, aunque esta vez el revuelo es mucho menor. La familia presidencial inició ayer 10 días de descanso en esta pequeña isla, conocido refugio de las élites demócratas situado frente a las costas de Cape Cod, en Massachusetts. Por motivos de seguridad no se ha desvelado el lugar elegido por el matrimonio Obama para "perderse" unos días con sus hijas, pero se sabe que han vuelto a alquilar una casa cerca del mar y a no mucha distancia de los impresionantes campos de golf de la isla, donde el presidente podrá disfrutar de una de sus grandes pasiones. Esa es la idea, bañarse en el mar, jugar al tenis, pasear por el campo de golf, comer ligero y leer mucho. De hecho la Casa Blanca no tiene prevista ninguna actividad pública del presidente, pero es más que probable que Barack Obama termine viéndose obligado a interrumpir algún día sus vacaciones. Después del desgaste de los últimos meses por el vertido de BP en el golfo de México y la dura batalla en el Congreso para sacar adelante su agenda política, ahora necesita cargar pilas para la que se le viene encima con las legislativas del mes de noviembre.