La leche de soja y otros sustitutivos de un alimento básico ganan adeptos

Cada día más personas se pasan a la leche vegetal y son varios los motivos detrás de esta decisión

¿Qué sería de la gastronomía sin la leche? Más allá de ser un alimento básico en la dieta y uno de los productos más consumidos en España y en muchas partes del mundo, también es protagonista de muchas recetas como la bechamel, el arroz con leche, el dulce de leche o las torrijas.

Desde temprana edad, se nos enseña que la leche es esencial para tener huesos fuertes y una dieta equilibrada. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un cambio en la percepción de este producto lácteo. Expertos en nutrición y salud están recomendando evitar la leche por varios motivos.

En España, la leche ha sido una parte fundamental de la dieta durante décadas. Ya sea en forma de leche pura, yogur, queso o productos lácteos diversos, es común encontrarlos en las mesas de los hogares de nuestro país. Esta tradición se ha transmitido de generación en generación, y la leche se considera una fuente esencial de calcio y otros nutrientes.

El primer motivo por el que los expertos no recomiendan el consumo de leche es si existe algún problema de intolerancia a la lactosa: muchas personas tienen dificultades para digerir este azúcar presente en la leche, lo que puede causar síntomas gastrointestinales como hinchazón, gases y diarrea. A medida que envejecemos, la capacidad de nuestro cuerpo para digerir la lactosa puede disminuir, lo que hace que la intolerancia sea más común en adultos.

La alergia a la leche es la segunda razón por la los expertos podrían aconsejar decir "adiós" a los lácteos. Aunque es menos común que la intolerancia a la lactosa, algunas personas son alérgicas a las proteínas de la leche, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas graves. En este caso, es más común que se manifieste durante la infancia aunque también se puede dar durante la edad adulta.

Otro de los escenarios bajo estudio es el de los problemas hormonales, ya que la leche de vaca contiene hormonas naturales que pueden tener efectos inesperados en el cuerpo humano. Algunos estudios sugieren que estas hormonas pueden influir en el desarrollo de enfermedades como el cáncer de mama y el cáncer de próstata, aunque se necesita más investigación para comprender completamente esta relación.

Los contaminantes y antibióticos que puede llevar la leche son otro de los factores por el que cada vez más personas deciden despedirse de la leche de vaca. En la producción industrial de leche, se utilizan antibióticos en el ganado para prevenir enfermedades. Además, la leche a menudo contiene residuos de hormonas y pesticidas que se utilizan en la agricultura.

Por otra parte, una de las grandes causas para detener el consumo de leche animal es su impacto ambiental: la cría de ganado lechero contribuye significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero y al uso excesivo de recursos naturales como el agua y la tierra. Por lo tanto, muchas personas optan por evitar la leche en un esfuerzo por reducir su huella ecológica.

Las personas que no pueden beber leche o que eligen no hacerlo, por suerte, tienen varias alternativas: una de las más consumidas es la leche de soja, pero también hay otras bebidas vegetales como la leche de avena, de almendras o de arroz.