No es raro ver este tipo de cajas en los hipermercados más grandes, a las que a veces nos impulsan a ir porque en la línea de cobro atendida por personas no hay ninguna abierta.

Este tipo de cajas, en las que nosotros nos cobramos, pueden ser útiles si llevamos pocos productos, pero por el momento no deberíamos de usarlas, ya que no son seguras y podemos vernos metidos en un lío muy serio.

Alrededor de un tercio de los clientes no pagan todos los productos

En los Estados Unidos, que es donde más años llevan funcionando este tipo de cajas, se han dado cuenta de que alrededor de un tercio de los clientes no paga todo lo que se lleva, algo que en un alto porcentaje de casos no es intencionado.

El problema viene porque no somos especialistas cobrándonos los productos que nos llevamos, y a veces algunos no se reflejan en la cuenta, aunque los pasamos por el escáner, debido a los fallos de esta tecnología.

Nos pueden acusar de hurto

Lyndsey Granados, una abogada muy popular en los Estados Unidos, es la que ha dado la voz de alarma después de que haya tenido que defender a varios clientes acusados de hurto porque no se han cobrado todos los artículos que se llevan.

Por eso, ha advertido de que no se use este tipo de cajas, ya que a pesar de que le ahorramos el tiempo a la cajera del supermercado, podemos vernos con una denuncia porque creen que les hemos robado.

Es cierto que en España una acusación por hurto en este caso tendría poco recorrido, más si el cliente ha ido pagando el resto de los productos, pero la posibilidad está ahí y siempre debemos tenerla en cuenta.

Además, no hay que olvidar la solidaridad con las empleadas, puesto que este tipo de cobro no representa ninguna ventaja para nosotros como clientes al pagar lo mismo por la compra y tener que hacer un trabajo que no nos corresponde.