Lo que prometía ser una noche de puro rock and roll devino en asombro, silencio y público compungido cuando, tras la soberbia actuación de Los Zigarros, Loquillo interrumpió su actuación y abandonaba precipitadamente el escenario. El rockero se quedó afónico y se tuvo que suspender el concierto del Festival de la Guitarra de Córdoba.
El cantante interpretaba su tercera canción, Territorios libres, cuando súbitamente abandonó el escenario, seguido por su banda. La organización anunció, primero, que el concierto se reanudaría en diez minutos, pero pasó más tiempo y al final se comunicó al público, que había llenado todo el aforo disponible, la suspensión del concierto. Este domingo ofrecerán más información sobre las entradas.
Pero la noche dejó, antes de que el rockero catalán se subiese al escenario, una buena dosis de rock and roll a cargo de Los Zigarros. Los hermanos Tormo levantaron de la silla a la parroquia en su primera canción. Rock impresionante con un diálogo guitarrero muy virtuoso. La banda valenciana sabe lo que se hace y dio rienda suelta a su potente y enérgico directo.
Su último tema, Qué demonios hago yo aquí, pareció, a la postre, premonitorio de lo que iba a suceder después. Se lo brindaron al r&r, como no podía ser menos.
Y con el respetable entonado subió al escenario José María Sanz, que en diciembre pasado cumplió sesenta años, arropado por una gran banda de rock and roll. Empezó con Los buscadores, le siguió El último clásico y, en mitad de Territorios Libres, ocurrió lo que nadie se esperaba.
Una pena, con un aforo de 1.500 personas (las medidas anticovid mandan) disfrutando de una noche de rock al estilo clásico y unos seguidores del Loco que estaban deseando volverlo a ver en estado puro después de un largo paréntesis de casi tres años.
