Desde hoy y hasta el domingo se celebra Ventanas de Azahar, un proyecto promovido por el alumnado de 4º del Grado de Gestión Cultural de la Universidad de Córdoba que cuenta con la colaboración de la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba. Se trata de un festival que incluye conciertos, recitales poéticos y representaciones teatrales.

«Tras la suspensión de la iniciativa el pasado año, a causa de la pandemia, este curso se retomó el proyecto con dos variantes fundamentales en su inicio: en respuesta a la situación sanitaria, diseño para difusión en streaming con posibilidad de público presencial; y mayor protagonismo de los estudiantes, comenzando por la definición de las actividades y la elección de los artistas», explica el profesor coordinador del proyecto, Pedro Ruiz.

En todo momento, el protagonismo de los estudiantes «ha sido total, asumiendo todas las labores: diseño del programa, concepto e imagen, confección de los contenidos de la programación, contacto con los artistas, diseño de producción, elaboración de un plan de difusión, creación de cuentas en las redes sociales, gestiones y comunicación con el Decanato, UCOCultura, el Gabinete de Prensa de la UCO, el Área de Juventud del Ayuntamiento, coordinación con los equipos de iluminación y sonido, diseño y gestión de la producción de cada espectáculo, asistencia al mismo y elaboración de la memoria final, entre otras tareas», remarca Ruiz.

«La labor de los profesores ha sido de acompañamiento y supervisión, además del trabajo conceptual para que la experiencia se convierta en fuente de conocimiento operativo para futuras realizaciones, poniendo en relación la práctica realizada con su sistematización técnica», señala.

Experiencia positiva

La experiencia ha sido muy positiva, «pues quienes serán en pocos meses gestores culturales en el mercado han asumido todo su protagonismo en la organización, al tiempo que desarrollaban una intensa interlocución, además de con los artistas y el Gabinete de prensa de la UCO, con una estructura de gestión muy profesionalizada y con una enorme experiencia, siendo de destacar la labor realizada por Rafael Castejón, como técnico responsable por parte municipal», resalta Pedro Ruiz quien hace hincapié en que «la experiencia ha sido muy valiosa y positiva, a partir del contacto directo de los alumnos del Grado de Gestión Cultural con el mundo real de la gestión, por cuanto no ha sido un ejercicio de laboratorio, sino la realización por parte del equipo de estudiantes de un producto cultural real, con todos sus componentes, materializado ante la ciudad de Córdoba».

Por estas razones, la voluntad es mantener y mejorar esta iniciativa, «contando con unas posibilidades más estables de planificación y, a ser posible, una materialización del apoyo de la Universidad en sus distintos planos administrativos», concluye Ruiz.

Una experiencia única

«Esta experiencia, en general, ha supuesto más para mi formación que cualquier otra asignatura hasta la fecha», confiesa Paula Prieto, una de los 18 estudiantes que han participado en la organización de Ventanas de Azahar, a lo que su compañera Alba Teresa Millán añade: «Me ha abierto los ojos, me ha permitido conocer cómo funciona el mundo real más allá de lo académico, me ha ayudado a delimitar el perfil de un gestor o gestora cultural, a aprender muchísimo sobre esta profesión, a ser resolutiva y perder el miedo a tomar decisiones en tiempo récord». Sus palabras reflejan la importancia que ha tenido para el alumnado del Grado de Gestión Cultural la puesta en marcha de este proyecto. Pero el trabajo no ha sido fácil. «Es verdad que hemos tenido momentos de mucho estrés porque surgían problemas, pero la ayuda de los profesores y los técnicos del Ayuntamiento nos han sabido guiar y disipar todas nuestras inseguridades», reconoce otra de las estudiantes, Rosa de Mayo Carmona mientras que Prieto dice que «lo más complicado del proceso ha sido compaginar las distintas tareas que conllevan la organización de un festival con el resto de responsabilidades como alumna: entregas de trabajos, exámenes parciales... Pero cuando algo te motiva sacas tiempo de donde creías que no había».

Además, «somos muchas personas las que estamos detrás del proyecto, por lo que coordinarnos entre nosotros también es más difícil», recuerda Carmona, mientras su compañera Millán subraya que «los contratiempos con los que nos hemos ido encontrando han sido numerosos, porque Ventanas de Azahar es posible gracias al esfuerzo y a la colaboración de muchas personas, pero sin algunas de ellas habríamos perdido mucho más de lo que hemos ganado».