Ganado: toros de José Luis Pereda, bien presentados, nobles y manejables, aunque justos de fuerzas.

Jesús Janeiro ´Jesulín de Ubrique´: más de media tendida y caída (silencio); y media trasera (oreja).

Manuel Díaz ´El Cordobés´: estocada y tres descabellos (oreja); y metisaca y casi entera (oreja).

Francisco Rivera ´Paquirri´: estocada caída (silencio); y estocada (oreja).

Enfermería: en la enfermería fue atendido el banderillero Lebrija de "luxación completa de la rótula derecha interna, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado".

Plaza: Coso de la Condomina, en Murcia. Dos tercios de entrada en tarde agradable.

Jesulín, que se había mostrado un tanto gris y apático en su primera faena, salió mucho más decidido en el cuarto, al que toreó con temple y buenas formas, lo que le permitió cortar una oreja.

El Cordobés estuvo a muy buen nivel toda la tarde, en la que plasmó las dos versiones de su toreo. Consiguió el torero momentos de mucha enjundia en el toreo fundamental, toreando con suavidad y buena compostura por momentos, pero con lo que de verdad hizo que conectara con los tendidos fue con sus consabidos guiños de cara a la galería, desplantes y ranazos incluidos. Hubo petición del segundo trofeo en sendas faenas, pero tan sólo paseó una oreja en cada una de ellas, suficiente para la Puerta Grande.

El momento de mayor confusión fue cuando el torero de la tierra El Suresteño se tiró como espontáneo durante la faena del primer toro de El Cordobés, al que llegó a pegarle algunos pases. Fue evacuado de la plaza custodiado por la policía, entre el clamor de sus paisanos.

Paquirri no se sintió a gusto con su primero, y optó por abreviar entre las protestas del público. Lo único reseñable fue el variado y pulcro tercio de banderillas al sexto, pues el resto de su labor, voluntariosa sin más, careció de interés artístico.