José Alfonso, el sanitario de la Fundación San José de Madrid que falleció por una patada en los testículos: "No se aplicó el protocolo"

José Alfonso había recibido una patada en los testículos en el trabajo y se fue a casa, tras haberse quedado gran parte de la tarde postrado en una camilla, intentando recuperarse. Al llegar al parking de su casa se desplomó. No aguantó más. Lo vio un vecino, que fue el que avisó al 112. Las asistencias trataron de reanimarlo durante media hora. Sin éxito. Entró en parada cardiorrespiratoria y murió.

"Ha sido un mazazo", explican a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, desde la Fundación Instituto San José, el lugar en el que se produjeron los hechos. Porque José Alfonso R.P., de 56 años, era Técnico en Cuidados de Auxiliar de Enfermería (TCAE) en ese centro sociosanitario concertado de Madrid. "El complejo se compone de 14 edificios y el suceso tuvo lugar en el número 3", explican fuentes próximas a la Fundación, aclarando que "no es un hospital como tal, sino una residencia para personas con discapacidad intelectual".

A las 17:30 del pasado 15 de febrero, en el pabellón San Nicolás de este complejo sociosanitario. Uno de estos residentes se despistó y se dirigió hacia uno de los edificios que no le correspondía. José Alfonso se dispuso a reorientarlo para conducirlo a su destino correcto. Pero el residente, que según ha podido saber este periódico, "había recibido alguna mala noticia en el ámbito familiar esa mañana y estaba nervioso", agarró al sanitario de los hombros y le propinó una patada en los genitales.

No fue atendido

José Alfonso cayó en el suelo de inmediato, palideció y permaneció en el suelo de costado durante bastante tiempo, llegando incluso a perder el conocimiento. "En lugar de llamar al SUMMA 112 para evaluar los daños y darle el tratamiento correspondiente, lo que hizo la empresa fue ofrecerle el volante de asistencia en la mutua", explica Manuel Barroso, responsable de Salud Laboral de CCOO Sanidad Madrid, el sindicato que ha denunciado los hechos.

Cuando recuperó el conocimiento, José Alfonso estuvo reposando toda la tarde. "Fue trasladado a la Enfermería, donde recibió asistencia sanitaria por parte de una enfermera, pero no asistencia médica. Le mantuvieron en reposo un par de horas, pero en ningún momento fue atendido por un profesional médico", señalan desde CCOO. 

Al final, sin acabar el turno y sin haber sido atendido en el centro por ningún médico, regresó a su casa en coche en torno a las siete de la tarde. Fue allí, en el parking de su domicilio, donde se acabó desplomando. Un vecino lo vio caer y avisó, esta vez sí, al SUMMA 112. Los sanitarios que acudieron a atenderle le intentaron practicar la reanimación durante media hora, pero sólo pudieron certificar su fallecimiento.

Desde la Fundación Instituto San José lamentan el suceso, pero no hacen declaraciones "más allá del comunicado que publicamos el día del fallecimiento". En dicha nota confirman y lamentan lo acontecido, explicando que varios familiares de la víctima trabajan en el centro. Pero también dicen que "de momento no hay datos que demuestren una interrelación entre el incidente y el fallecimiento", y conminaba al resultado de la autopsia que, a día de hoy, tampoco obra en poder del centro.

Caso omiso

Desde el sindicato, sin embargo, insisten en que "no era la primera vez que los delegados y delegadas de Prevención de este centro, en reiteradas ocasiones, alertaban a la dirección de la empresa de que era necesario tener un protocolo en caso de agresiones físicas, a lo que la empresa había hecho caso omiso", insistiendo en que la víctima carecía de patologías previas.

CCOO denuncia la posible existencia de responsabilidad empresarial, ya que en este accidente mortal existe una relación directa de causalidad entre las lesiones sufridas por este trabajador y la infracción del ordenamiento vigente en materia de seguridad y salud. “Entendemos que la causa básica que contribuye a la materialización del accidente laboral con resultado de muerte es la ausencia de medidas de seguridad, y la no aplicación de protocolo de agresiones”, según Manuel Barroso. 

Concluyen desde CCOO que "hemos denunciado a inspección de trabajo por falta de medidas preventivas. Hay una carencia de efectivos en esa fundación y eso hace que, al trabajar con este tipo de pacientes con problemas psiquiátricos, el riesgo de agresión aumente. Probablemente con los efectivos necesarios se podría haber aplicado una contención mecánica al residente. Y con la asistencia médica necesaria, igual el compañero podría haber salvado su vida", concluye Barroso.

Desde la Fundación, en cambio, rechazan hacer más declaraciones, aunque aseguran que "no es cierto que no contemos con un protocolo. Llevamos al día todas las inspecciones necesarias y cualquiera que trabaje en el sector sociosanitario lo sabe", explican a este diario en conversación telefónica. Piden también "respeto, porque se ha tergiversado mucha información en los medios".