Se podría decir que durante diez días se dio a la buena vida hasta pulirse 4.687 euros tirando de tarjeta, eso sí, de la ajena. El joven se pegó un buen comienzo del mes de agosto en 2020 entre Madrid e inmediaciones, Albacete o Alicante después de clonar la tarjeta de un zamorano, lo que le permitió usarla hasta que a la entidad de ahorro le llamó la atención que su cliente hubiera cambiado de costumbres tan repentinamente.

La pista no solo partió de dos compras de cuantía considerable, una por la cantidad de 953,50 euros en una tienda de Madrid o otra por 714 euros, cargadas a la cuenta del titular desde un centro comercial de la misma capital, según el rastreo de las operaciones bancarias registradas en la misma.

Sin embargo, la veintena de extracciones de 300 en 300 euros que se fueron sucediendo en apenas diez días en una decena de localidades y ciudades diferentes de Madrid, Castilla-La Mancha y Levante terminaron por descubrir al joven imputado, de iniciales O.B., como la persona que estaba detrás de los abultados movimientos, suplantando la identidad de quien era realmente la cuenta.

Medio año de cárcel y dos años sin delinquir

Procesado por un delito de estafa, ha sido condenado a seis meses de prisión y a indemnizar a la entidad de ahorro con los 4.687,50 euros más los intereses generados desde que se cometió la infracción penal, además del pago de las costas del juicio, por el Juzgado de lo Penal de Zamora. La magistrada suspendió la ejecución de la pena, es decir, el ingreso en prisión, con la condición de que el imputado no vuelva a cometer ningún delito en los próximos dos años, lo que le llevaría a ingresar en la cárcel de inmediato. El joven, con antecedentes policiales por hechos similares, reconoció haber copiado la tarjeta para llevar a cabo la estafa entre el 2 y el 12 de agosto de 2020, tal y como sostenía la Fiscalía de Zamora.

Pendiente de juicio por varios delitos denunciados en Asturias

El imputado tiene pendientes varios procedimientos judiciales por este mismo delito por hechos cometidos con anterioridad a la clonación de la tarjeta bancaria en una entidad de ahorro de Zamora. Algunos denunciados en la localidad de Pola de Laviana, en Asturias, cuyos procedimientos penales están todavía abiertos. A esas investigaciones todavía vivas se quiso agarrar el abogado del acusado para que la magistrada de lo Penal de esta provincia suspendiera ayer el juicio y remitiera el caso de Zamora al Juzgado número 1 de Laviana. La jueza denegó la petición porque los delitos que el acusado cometió en Asturias fueron anteriores a la estafa del zamorano.

Se trata de otras estafas cometidas con el mismo sistema, la clonación de tarjetas mediante la instalación un sistema en cajeros automáticos que permiten grabar la combinación del número secreto del cliente. Precisamente, para prevenir este tipo de argucias, desde las entidades financieras, bancos y cajas, se recomienda a los clientes que vayan a realizar cualquier operación en los cajeros que cubran la mano con la que marcan el número secreto que les da acceso a sus cuentas, medida de seguridad que obstaculiza las clonaciones de tarjeta mediante esos mecanismos.