La Fiscalía de Canarias se ha mostrado este miércoles a favor de la reapertura del caso Yéremi, el niño desaparecido en Vecindario (Gran Canaria) en 2007, por el Juzgado número 2 de San Bartolomé de Tirajana, algo que ya había pedido el Ministerio Público el 26 de mayo de 2017.

Según han informado a Efe fuentes de la Fiscalía, el Ministerio Fiscal considera, además, que se deben practicar todas aquellas diligencias que el juez instructor crea necesarias para la investigación de los hechos en relación con la causa, cuya reapertura decretó el pasado 2 de septiembre el magistrado Juan Manuel Hermo Costoya, a petición de los padres del niño, representados por el abogado Marcos García-Montes.

Así mismo, la Fiscalía no aprecia ninguna causa para solicitar la abstención del magistrado Hermo Costoya, reclamada por el letrado que representa a la familia de Yéremi.

García-Montes asumió en 2019 la representación del caso y en julio de 2020 anunció que iba a solicitar la reapertura de la investigación contra Antonio Ojeda, el Rubio, el último sospechoso, y la abstención del juez que sobreseyó el caso, por considerar que fue "parcial" en su resolución.

En octubre de 2017, el Juzgado número 2 de San Bartolomé de Tirajana acordó sobreseer provisionalmente las investigaciones abiertas a raíz de la desaparición de Yéremi, al entender que no existían hasta ese momento "medios de prueba, siquiera indiciarios, que de un modo objetivo y razonable permitan dirigir la causa contra una persona o personas indeterminadas", tampoco contra Ojeda.

La decisión fue confirmada meses después por la Audiencia de Las Palmas, en un auto que advertía de que proseguir en ese momento la causa sin "indicios sólidos" podría llegar a comprometer legalmente su continuidad en el futuro en el supuesto de que la Guardia Civil descubriera nuevas pistas de lo que le pasó al niño.

García Montes afirmó en julio del pasado año que había estudiado "epígrafe por epígrafe" lo que recogía el juez Juan Manuel Hermo Costoya en su auto de sobreseimiento y que apreciaba que esa resolución no guardaba relación con lo investigado por la Guardia Civil, pues lo consideraba una interpretación "nihilista y subjetiva" que "no se compadece con el atestado policial".

Según el letrado, el propio Ojeda se coloca en el lugar donde fue visto Yéremi por última vez y dio detalles que solo la familia sabía, al hablar que el niño estaba "azul" (tenía una enfermedad que le hacía ponerse de ese color en determinadas circunstancias).

El letrado de la familia sostiene que nadie ha prestado atención a este detalle "tan importante", pues Yéremi Vargas sufría cianosis desde que nació, como así consta en un informe del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria.

La pandemia de coronavirus ha dilatado las actuaciones anunciadas por el abogado en julio de 2020.