Una fuerte tormenta con vientos que llegaron a 300 kilómetros por hora, acompañada de un tornado, causó este jueves la muerte de cinco personas y unos doscientos heridos en el sur de la República Checa, según informó este viernes la portavoz de los servicios de socorro de Moravia del Sur, Michaela Bothová.

La tormenta, que ha afectado sobre todo a las localidades de Hrusky, Mikulcice, Moravská Nová Ves y Luzice, obligó a cerrar el tramo de autopista D2 entre las ciudades de Brno y Breclav, que se ha reabierto este viernes.

"No duró ni diez minutos y sembró la muerte. Me ha tocado vivir esto al final de mi vida", dijo a los medios locales una anciana de 86 años en Moravska Nova Ves, una de las poblaciones más afectadas.

Los bomberos han informado que ya no esperan encontrar más víctimas entre los escombros, aunque seguirán con sus trabajos hasta la noche.

El Gobierno ha asegurado que dará 2.000 euros a las familias más afectadas para comenzar las reparaciones, y los alcaldes de esas localidades han hecho llamamientos a la población para que acoja temporalmente a los damnificados.

La razón es que muchas viviendas han sufrido daños de tal envergadura que deben ser demolidas.

Los bomberos han hecho un llamamiento a la población a no desplazarse a las zonas afectadas para ayudar, debido al mal estado de algunas de las vías de comunicación.

La autoridad ferroviaria ha informado de que se interrumpieron conexiones de trenes en 22 tramos, y de que existen complicaciones en toda esa región del sudeste del país.

Tras las fuertes tormentas, que afectaron a todo el país, esta noche quedaron sin corriente 121.000 hogares en la República Checa, según el vicepresidente del Gobierno, Karel Havlicek.

Los trabajos de reparación comenzaron a las siete de la mañana y actualmente quedan 78.000 hogares sin luz, de los cuales 40.000 en el sur de Moravia, que fue la zona más afectada, precisó Havlicek.

Bolas de granizo del tamaño de pelotas de golf y vientos huracanados con un tornado derribaron numerosos árboles y causaron grandes destrozos en edificios y automóviles a última hora de la tarde de este jueves, según la televisión pública CT.

Las imágenes tras el tornado dejaron escenas de gran devastación, con coches volcados y edificios con paredes y techos derruidos.

"En diez minutos el pueblo quedó arrasado. Probablemente hubo muertos. Después no había señal y los bomberos tardaron una hora en llegar", describió para CT Marek Kosut, alcalde de una pequeña localidad afectada.

Unas cien unidades de bomberos, con vehículos pesados y perros, operan en la región, y en este dispositivo también han colaborado unidades de Eslovaquia y Austria.