Violencia vicaria

El 40% de madres maltratadas han sido amenazadas por su agresor con dañar a los niños

En la última década, 53 menores han muerto en España a causa de la violencia vicaria

Mujeres participan en una movilización contra la violencia hacia la infancia.

Mujeres participan en una movilización contra la violencia hacia la infancia. / La Opinión de Murcia

Elisenda Colell

"Les estamos dejando el camino abonado a los agresores machistas para que pasen cosas como lo que ocurrió en Almería", afirma Celi Garrido, portavoz del movimiento estatal de Madres Protectoras. Esta entidad ha colaborado en un estudio que analiza la violencia vicaria en España, y que apunta a que las instituciones no protegen suficiente a los hijos de las mujeres maltratadas, a los que exponen a sus agresores. El informe, presentado en el marco del Encuentro Estatal de Violencia Vicaria -al que este viernes han acudido la ministra Sira Rego y la consellera Tània Verge- revela que el 82% de las mujeres maltratadas en España han sufrido amenazas por parte de su pareja o expareja usando a los hijos, y que el 86% de los casos de este tipo de violencia ocurren cuando el agresor está a cargo de los menores. Las entidades piden más sensibilización, especialmente a los operadores judiciales, para terminar con esta lacra.

En la última década, 53 menores han muerto en España a causa de la violencia machista. La mitad fueron asesinados durante el régimen de visitas o en el periodo de la custodia compartida correspondiente al hombre. Se calcula que el 60% de las madres maltratadas en España tiene hijos con su agresor. "En este país aún nos cuesta reconocer a la víctima de la violencia machista, y en el caso de los menores aún más: parece que se tenga que preservar como sea la figura del padre", insiste Egea. El informe 'Violencia Vicaria y violencia de género institucional: un laberinto perverso contra las madres protectoras' busca poner el foco en la desprotección de los menores y los efectos que ello tiene en las madres y su desarrollo. Lo ha elaborado la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista, con financiación pública, y se ha realizado a partir de encuestas a mujeres y de trabajo con grupos focales. También se han revisado más de 300 sentencias judiciales.

Daño y custodias

El informe alerta de que muchas de las madres, el 82% de las participantes, fueron amenazadas por su agresor. Cerca del 40% de estas amenazas están relacionadas con hacer daño a los niños, y más del 60% tienen que ver con quitarle la custodia. Según los datos de este informe, el 80% de los agresores impiden el contacto del niño con la madre cuando están con él. Y el 68% explica que cuando regresan con ella, llegan en malas condiciones, con ropa sucia o rota, o con marcas de golpes a las que no da ninguna explicación. "También hay quienes encierran a los niños... es algo muy habitual, es la forma que ellos encuentran para mantener el control", apunta Egea.

El estudio trata también la manipulación a la que son sometidos los menores. El 98% de las mujeres expresan que los agresores hablan mal de ellas con sus hijos, con comentarios como que no les quería al nacer o antes de nacer. El 88% de ellas también explican que el padre de los niños les alienta a quebrantar las normas que ella impone. También contabilizan el agravio económico de los padres que no pagan la pensión (57%) ni los costes de la vivienda (70%).

El estudio subraya un evidente empobrecimiento de las madres, que además deben asumir las costes judiciales de los procesos. "Hay madres tan agotadas que con tal de no querer saber nada de su agresor ni piden todo el dinero que les deben. A otras, directamente, les archivan los casos", se queja Egea. El informe también muestra cómo muchos agresores no cumplen con las obligaciones escolares (81%), interrumpen rutinas de sueño y alimentación (88%) o tratamientos médicos (27%) cuando los niños están con ellos.

Secuelas en los niños

El informe analiza las secuelas que todo ello ha provocado en los menores. En este sentido, un 60% ha experimentado cambios en su conducta social y un 52% adopta un rol más agresivo y desafiante con la madre. "¿Dónde vierten toda la rabia contenida? La relación con la madre se deteriora, ven cómo ellas les hacen ir con sus padres, no se sienten protegidos y rompen su sistema de seguridad y valores. Para sobrevivir, a menudo tienen que traicionar el vínculo con su madre, necesitan aliarse con la parte fuerte. Es su forma de convivir con la violencia. Y cuando se enfrentan a ello se sienten muy cuplables", explica Egea.

"Un maltratador no es un buen padre", afirma este informe que también señala que las administraciones "no protegen lo suficiente". Del estudio de las sentencias se desprende que las madres son a menudo son atacadas y culpabilizadas, especialmente en el aparato judicial, que a veces las acusa de manipuladoras. Por estos motivos, cerca del 50% de estas madres maltratadas no tienen la custodia exclusiva de sus hijas e hijos, y el 79% manifiesta que fueron retiradas de forma abrupta y sin planificación.