Más fruta y menos postres lácteos azucarados: ¿es sana la comida en el colegio?

Un estudio de la OCU pone en entredicho el equilibrio alimentario de los menús escolares. Sobran postres lácteos azucarados y alimentos procesados, y falta un cambio hacia una dieta más saludable 

El 40% de los niños en España sufren ya sobrepeso u obesidad. La dieta resulta crucial.

El 40% de los niños en España sufren ya sobrepeso u obesidad. La dieta resulta crucial. / Shutter

Bego Contreras

¿Sabes lo que comen tus hijos en el colegio? Probablemente, no. La OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, ha evaluado la calidad de la comida en los colegios e institutos a través del análisis de 622 menús escolares. Y los resultados son demoledores, porque ninguno aprueba y casi todos presentan desequilibrios nutricionales importantes.

Las conclusiones generales del estudio son claras: faltan frutas, verduras y legumbres, y sobran postres azucarados, hidratos y procesados. En ninguna de las 622 propuestas alimentarias se cumplen las recomendaciones que promulga la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el Ministerio de Educación y las consejerías de Sanidad y Educación.

Entrando en detalle, la OCU alerta de que se aprecia un exceso notable de productos ricos en hidratos de carbono y también de alimentos procesados, al igual que de postres lácteos azucarados. Pero comencemos por el final, porque es lo que más les gusta a los niños.

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Lo ideal sería reducir el consumo de postres lácteos azucarados a una vez cada dos semanas. / Shutter

Cuidar el postre

El postre es una parte vital en la dieta y para mejorar la alimentación que se está dando a nuestros hijos, convendría limitar al máximo el consumo de dulces industriales (yogures, flanes, natillas, galletas, bollería…) y tratar de introducir el hábito saludable de la fruta fresca.

Según las conclusiones del análisis, en el postre debería haber siempre o casi siempre fruta, pero no es así. Lo ideal sería comer fruta todos los días y el yogur de sabores, como representante más popular de los postres azucarados, solo una vez por semana.

La realidad es que en la mayoría de centros los menús incluyen fruta solo dos o tres veces por semana, y eso cuando los niños no pueden escoger directamente su propio postre, porque entonces las natillas y el flan, entre otras elecciones habituales, ocuparán el lugar de la fruta.  

Fruta variada

Aparte del irresistible poder de atracción que los dulces ejercen en los niños, la poca variedad de fruta que a menudo se ofrece en los centros escolares suele ser otro factor a considerar. Y es que, según las conclusiones del informe, la pieza de manzana, pera o plátano es la elección estrella cuando este producto natural aparece en el menú.

Aprovechar más las frutas de temporada y de procedencia local podría ayudar a ampliar la variedad, y también las elaboraciones, porque, aunque la macedonia sí tiende a aparecer de vez en cuando en algunas dietas, normalmente ni se contemplan en la oferta.

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En varios centros, los niños pueden escoger directamente su propio postre. / Shutter

Demasiados hidratos

El arroz, la pasta y las patatas, por ejemplo, son tres de los platos y acompañamientos más habituales en la mayoría de menús. Y consumidos con moderación no presentan ningún inconveniente. El problema es que se repiten demasiado.

Otro alimento demasiado presente en las dietas escolares son los procesados, como las croquetas y empanadillas, que, aunque los escolares suelen recibir bien, presentan una composición nutricional baja.

La carne, junto al pescado y los huevos, constituye la principal fuente proteica de la dieta de los escolares. Pero convendría introducir algunos matices. En la carne, debería vigilarse que el consumo de embutidos sea mínimo (salchichas, chorizo…), por su gran contenido de grasa y sal. Y en el pescado, se recomienda dividir a partes iguales entre blanco y azul (este último se limita ahora al 22%).

La frecuencia de procesados debería reducirse y limitarse a un máximo de una vez cada dos semanas, mientras los alimentos saludables deberían aumentar su periodicidad: huevos como mínimo una vez a la semana, legumbres 1,5 veces, carnes y pescados, hasta dos veces, y frutas, casi todos los días.

Para redondear, debería haber mayor asimismo una mayor presencia de alimentos integrales, desde el pan hasta el arroz y la pasta.

Cocina interna o externa

El estudio de la OCU concluye que hasta el 45% de los menús analizados presentan desequilibrios. La buena noticia es que no se observan diferencias de calidad según el tipo de centro o el coste del menú. En cambio, sí en función de dónde se cocinan. El resultado menos malo se aprecia cuando hay una cocina en el centro escolar. En este caso, solo el 39% de los menús resultan mejorables.

Pero cuando la alimentación procede de una empresa externa y llega ya lista para consumir, los números son peores: hasta el 55% de las propuestas evaluadas se califican como deficientes. 

El desafío pendiente

Tras el estudio, la OCU está exigiendo al Gobierno la aprobación urgente del Real Decreto de Alimentación Escolar, basado en un consenso ya establecido en 2010. Además, insta a las Consejerías autonómicas de Educación a potenciar las cocinas dentro de los centros escolares. 

En España, el 40% de los niños tienen sobrepeso u obesidad. Y no todo se reduce a la alimentación, también convendría cambiar nuestros hábitos, como pasar a practicar con regularidad una actividad física, porque, entre otras ventajas, minimiza el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.