Crisis climática

"El cambio climático causa cada diez años el mismo número de muertes que la II Guerra Mundial"

El profesor Fernando Valladares explica las consecuencias de los desastres climáticos

Fernando Valladares.

Fernando Valladares. / L-EMV

María G. San Narciso

Se calcula que cada año mueren en conflictos bélicos unas 150.000 personas. Un número de referencia al que habría que sumarle unos 100.000 bebés y otros 300.000 civiles que, de forma indirecta, se ven arrastrados por estos dramas. "En general, los números globales hablan de que unas 400.000 personas mueren cada año por estas situaciones de violencia extrema. Pues bien, solo la contaminación atmosférica mata a nueve millones", aseguró Fernando Valladares, profesor de investigación en el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y profesor de Ecología en la Universidad Rey Juan Carlos.

En el marco del I Foro de la Alianza Médica contra el Cambio Climático, el científico aclaró que el cambio climático mata de forma directa a medio millón de personas al año, una cifra parecida a la de los conflictos bélicos. Pero la crisis climática también enferma de manera indirecta y termina con la vida de "decenas de millones de personas", pese a que el "efecto cascada" haga muy difícil su atribución exacta. "Esto equivale a que el cambio climático causa en 10 años el mismo número de muertos que la II Guerra Mundial", añadió.

"Curiosamente -prosigue-, y como crítica al sistema que, tácitamente, todos hemos aceptado vivir, destinamos un 6% del PIB global a defendernos de la violencia y las guerras y solo un 2% al cambio climático que mata 100 veces más", sobre todo cuando este problema "amplifica la mitad de las enfermedades patogénicas", tales como los resfriados, la gripe, el Covid-19 o el ébola, lo que supone un gran impacto en la salud.

Hacia el fin de la civilización

El profesor del CSIC también explicó que esta tensión entre el cambio climático y nuestro modelo de civilización no va a durar mucho tiempo. Al ser tan intensa, considera que difícilmente se va a poder mantener. En nuestras manos está que consigamos la "resolución amable" o el "final de la civilización" aunque, hoy por hoy, parece que "no hay nadie al timón" en la lucha global frente a este problema.

Actualmente, de los nueve límites planetarios para que haya vida humana en el planeta (que vienen a ser las condiciones físicas, químicas y biológicas que necesitamos para vivir), seis están ya sobrepasados.

"El último límite que hemos reventado, que va a ser pronto el más preocupante, es el que tiene que ver con el agua dulce", aseguró en la oficina en España del Parlamento Europeo. Los ritmos de derroche y explotación, especialmente en algunas áreas del mundo están complicando su acceso. Según los datos, necesitaremos un 35% más de agua para alimentar a toda la población mundial en 2050.

El incremento de las temperaturas también preocupa, con los incendios que lleva aparejados. O el aumento de las precipitaciones en ciertas zonas. Todo ello hace que, en su opinión, estemos empezando a normalizar o a acostumbrarnos a que los récords climáticos ocurran a la vez, cuando en verdad son problemas "crónicos, acelerados y globales".

Energía

Opina que el origen del cambio climático "es haber convertido algo tan sencillo y esencial como es la energía en un negocio". "El orden de los factores aquí es clave. Si primero va el negocio y luego el servicio, ocurren situaciones en las cuales producimos y consumimos mucha más energía de la que hace falta", indicó. Varios investigadores estudiaron cómo se relacionaban nueve indicadores de bienestar y salud con la disponibilidad de energía. Obviamente, si no tenías acceso a esta, significaba que tu salud y bienestar era muy pobre, pero la conclusión es que necesitamos el equivalente a la mitad de lo que se gasta en España para ser felices.

En definitiva, el profesor apunta que el cambio climático va mucho más allá del clima: "Es causa y consecuencia de tensiones geopolíticas y de la disponibilidad de recursos clave como el agua, que es uno de los límites planetarios que se están acabando". Eso sí, cree con que, con todo, aún tenemos algo de tiempo para la acción.