Entrevista

Juan Carlos Ortega: "La ciencia y el humor tienen la misma misión: sacar la verdad a la luz"

Juan Carlos Ortega acaba de estrenar la décima temporada de Las Noches de Ortega, el programa de humor de la Cadena Ser. Enamorado de la ciencia, Ortega menciona al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en muchos de surrealistas guiones. En esta entrevista habla de su pasión por la divulgación y de su amistad con el investigador tinerfeño Héctor Socas, que le asesora en muchos de sus programas.

Juan Carlos Ortega.

Juan Carlos Ortega.

Almudena Cruz

Acaba de estrenar la temporada número diez de Las Noches de Ortega.

La décima, sí. Son muchos años. Yo pensaba que no iba a durar tanto, la verdad. Me parece brutal pero estoy muy contento. Siempre pienso que va a ser la última.

¿Por qué?

No lo sé, cada año pienso que he terminado pero siempre me apetece, eso es verdad. De hecho, es el programa en el que más disfruto. Me siento muy feliz grabándolo. La verdad es que sí.

Lleva detrás un trabajo ingente. No solo por el contenido sino porque técnicamente debe ser muy complejo.

Es complejo pero lo que pasa es que se ha convertido en algo artesanal y estoy muy acostumbrado a hacerlo. La parte artística, que es inventarse la historia y el guión, vale. Pero luego se complementa muy bien con algo que me da como mucha paz y que es la cosa artesanal de grabar, poner una voz y editar. Es una mezcla entre artesanía y arte que me gusta mucho.

Usted ha comentado que cada uno hace humor con aquello con lo que más ama y usted ama la ciencia. ¿De dónde le viene esa pasión?

Mi amor a la ciencia, como mucha gente de mi generación, surge de la serie Cosmos, de Carl Sagan. Era un niño y lo empecé a ver, flipé. Tenía una cierta curiosidad por la ciencia, pero de forma muy remota. Pero fue ver a Carl Sagan en aquella serie y de repente empecé a comprarme un montón de libros de ciencia. Por suerte en aquella época en los kioscos vendían unos libros geniales que eran de la colección Salvat y Alianza Editorial, por ejemplo. La revista Muy Interesante también sacaba libros de ciencia. Era una época en la que, no sé muy bien por qué, la ciencia estaba muy de moda. Empecé a leer divulgación y me enamoré del todo de la ciencia.

La ciencia forma parte de muchos de sus programas y, de hecho, en muchos de ellos nombra al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que es un centro puntero a nivel internacional y lamentablemente no tan conocido en nuestro país como debiera.

Y es algo que nunca he entendido. Teniendo en España, en Canarias, el telescopio más grande del mundo ¿cómo es que no se le da más importancia? Es un hito brutal que tengamos eso. Fui a visitarlo porque escucho muchos podcats de ciencia. Entre ellos el de Coffee Break, de Héctor Socas, y me encantaba. Hice un artículo elogiándolo en el periódico. Él se puso en contacto conmigo y nos hicimos amigos. Un día fui a Canarias, estuve en su casa, me llevó a ver el Observatorio y desde entonces somos súper amigos y tengo muy buena relación con el Instituto.

Y la promoción que hace del IAC es impagable... Habrá mucha gente que conoce la institución por sus programas.

Me daría pena que fuera por eso porque teniendo algo tan grande y tan importante sería triste que se conociera por mi. Cuando fue la erupción del volcán de La Palma, recuerdo que estaba viendo los informativos y nadie hablaba de la situación de las instalaciones científicas. Recuerdo que llamé a Héctor para preguntarle. Ocurre con la ciencia en general, muchos periodistas que hablan de los peligros de la energía nuclear no saben distinguir fusión nuclear de fisión. Hay una desconexión, ojalá cambie.

¿Y suele consultar a sus amigos del IAC cuando elabora el guión de alguno de esos programas que dedica a la ciencia?

Sí, por supuesto, sobre todo a Héctor. Le mando un audio de whassApp y le pregunto. Y él es tan buena gente que me responde con un audio larguísimo. Fíjate que lo de la ciencia me sirve muchísimo en el humor. A parte de hacer algún programa de vez en cuando dedicado a la ciencia en tono humorístico, lo cierto es que la ciencia se parece mucho al humor. Te genera escepticismo y hace que te plantees si lo que dice tal persona es real o no, qué pruebas hay. Te convierte en un crítico y el humor también hace eso. El humor destripa y tira por tierra muchos argumentos tontos, igual que lo hace la ciencia. Creo que el humor y la ciencia están muy relacionados, tienen la misma misión: hablar de la verdad, y sacarla a la luz.

Hace unos días hablaba con Ana Zamora, reciente ganadora del Premio Nacional de Teatro, y me comentaba que uno de sus miedos de cara al futuro de las artes escénicas es la autocensura. ¿Esto ocurre también en el humor? ¿Hay cosas con las que es mejor no bromear?

No sé si es que la gente o los responsables no oyen mi programa, pero en estos diez años nunca he tenido ningún problema. Ello pese a que una de mis objetivos centrales es huir de esta moda de lo políticamente correcto. Y como tampoco tengo redes sociales ni las miro, a lo mejor sí que me están poniendo a parir y yo no lo sé. Lo que sí sé es que lo que quiero decir, lo digo. Y ya está. Hay muchos compañeros que se cortan mucho, que no se atreven a decir según qué cosas por miedo a que les critiquen en las redes. En ese sentido, a mí me da igual. Mi único criterio es que el programa me guste, esté bien hecho, que cumpla mis objetivos y ya está. Si algún día alguien se enfada que se enfade pero intento huir de eso totalmente. La autocensura es muy peligrosa.

Bromear sobre el beso de Rubiales en medio de la polémica general lo demuestra... Es difícil atreverse a hacer humor con un asunto así y que ha pasado hace tan poco.

Lo que quise hacer con el beso de Rubiales no es, obviamente, defenderlo. Fue simplemente el constatar un hecho brutal, que es que todo el mundo estaba escandalizado por ese beso pero cuando se produjo a todo el mundo le pasó desapercibido. Simplemente quise decir eso y retratar, en el fondo, a todos. Es algo muy obvio, muy blanco, pero nadie lo dice: a todo el mundo le pasó desapercibido. Me gusta meterme en estos asuntos, la verdad.

¿Cree que sus oyentes responden a un perfil concreto? ¿Considera que hace eso que llaman humor inteligente?

Creo que hay de todo tipo de personas y más que lo de inteligente creo que llego a gente con cierta sensibilidad estética. Creo que tiene que ver más con eso, con la sensibilidad. No lo sé, tampoco es que yo me considere especialmente inteligente. Creo que soy una persona que tiene cierta sensibilidad para el arte, una cosita. De hecho, conozco a gente muy inteligente a la que seguro que mi programa no le gusta.

Ha hecho algunos espectáculos teatrales, como Cosmos. ¿Tiene la intención de venir con ellos a Canarias?

Pues quiero ir y se lo comento siempre al señor que me lo lleva. Yo creo que sí. Tuve también un espectáculo que se llamaba Relatividad general, un nombre que me encanta. Siempre intento ponerles nombres así. El de Relatividad general lo planteé para contar el principio de la relatividad con humor pero al final hice uno normal. No descarto hacerlo algún día: crear un espectáculo como una conferencia explicando la teoría con sketches. Algún día lo haré.

Eso demuestra la capacidad divulgativa que tiene el humor...

La divulgación es fantástica, sí. Y en España los tenemos muy buenos.

¿La radio es su medio favorito?

Sin duda. Era lo que me gustaba cuando era pequeño y es el medio en el que más cómodo estoy. Me permite trabajar y grabar en casa. Es perfecto. La diferencia entre lo que quieres hacer y lo que surge es muy pequeña en la radio, depende solo de ti y creo que se parece mucho a escribir. No hay intermediarios.

De todos sus 'colaboradores', ¿tiene alguno que sea su favorito?

No. Son voces que me he ido inventando a lo largo del tiempo y tampoco tengo tantas. Tengo unas cinco o seis pero no le tengo especial cariño a ninguna. En función de qué personaje voy a hacer, hago una voz en vez de otra. Me caen todos igual.

Pero todos parecen tener en común que tienen una cierta edad y que viven en lugares como Albacete.

Sí: Cuenca, Getafe, Elche... Son sitios muy creíbles. Son los lugares donde ha vivido mi familia, que es de La Mancha. Mi madre es de Albacete. Son sitios que conozco y por lo tanto los integro a mi mundo