Galicia

Ana Baneira aterriza en Galicia y ya está con su familia

La familia de Ana Baneira: "Durante su cautiverio en Irán la trataron bien"

Ana Baneira y su familia a su llegada a Compostela.

Ana Baneira y su familia a su llegada a Compostela.

Mateo Garrido Triñanes

El periplo de Ana Baneira ha terminado. La activista coruñesa llegó este lunes al aeropuerto de Lavacolla en un vuelo procedente de Ginebra (Suiza) tras pasar casi cuatro meses encarcelada en Irán. Baneira "viene bien, aunque muy cansada. Ahora va a descansar y mañana (por este martes) nos reuniremos para intentar responder a todos los medios de comunicación. Su familia y ella os envían su agradecimiento", según declaró su familia en el aeropuerto compostelano. Baneira abandonó el aeródromo por la sala de autoridades sin hablar con la prensa para preservar la intimidad que reclamaba su familia, que dice estar “agradecida y muy contenta con el trabajo realizado desde el Ministerio de Exteriores y la Embajada española en Teherán”.

Baneira llevaba cerca de cuatro meses encarcelada en Irán, tras ser detenida en el marco de las protestas contra el régimen tras la muerte en una comisaría de Teherán de Masha Amini, una joven kurda de 22 años que fue detenida por la policía de la moral por llevar mal colocado el "hiyab" (velo islámico). Según comenta su familia sobre su cautiverio, “la trataron bien” y tanto desde el Ministerio que dirige José Manuel Albares como desde la Embajada española en la República Islámica “tuvieron una comunicación estrecha desde el inicio tanto con ella como con la familia”. Un trato y un respaldo ofrecido por la Administración que hizo que la familia confiara en todo momento en las gestiones puestas en marcha, y que finalmente tuvieron el resultado por todos esperado con su puesta en libertad.

Ahora, desde su círculo más cercano demandan “espacio e intimidad” para que la joven pueda disfrutar con sosiego de su vuelta a casa y aprovechar para reencontrarse con los suyos. Llerena Perozo señaló que con el paso de los días barajan la posibilidad de realizar una rueda de prensa en la que Baneira pueda explicar a la opinión pública las circunstancias vividas en los últimos cuatro meses. Aunque, como apunta Perozo, “la última decisión la tendrá ella”.

¿Quién es Ana Baneira?

viajar sola, aprender, cooperar y comprometerse con los derechos de las mujeres

Ana, coruñesa que llegó al mundo con dos hermanas (se las conoce como las trillizas Baneira), pertenece a una ONG de derechos humanos. Nadie puede describirla mejor que ella misma. Empezó a conocer el mundo por su cuenta y riesgo como un profundo acto de rebeldía para dar respuesta a dos preguntas comunes, las de "quién soy" y "qué quiero", pero ya hace mucho tiempo que esa sublevación quedó relegada porque aquel deseo suyo acabó permitiendo que encontrase su manera de vivir, su forma de mantenerse en un "aprendizaje continuo".

Son sus palabras. El sitio web personal donde cuelga lo que quiere compartir con otras personas recuerda, con todo, sus inicios, cuando en efecto necesitó un cambio y decidió "tomar decisiones, observar otros estilos de vida" y, en definitiva, pasar tiempo consigo misma y, haciendo justo eso, demostrar que siendo mujer era muy capaz de ejecutar todo aquello que se propusiese.

El nombre 'Arroutadas' no es baladí. La propia Ana indica que ese concepto significa, según el diccionario de la Real Academia Galega, "agitación súbita y violenta de ánimo durante la cual una pierde el control de sí misma". "Sinónimo de romper con todo", concreta esta activista. Con estudios en Administración y Dirección de Empresas, son varias las agitaciones súbitas por la que pasó: estuvo de Erasmus tres meses en Tiblisi (Georgia), participó en un programa de apoyo a personas con capacidades especiales en Exmoor, en el suroeste de Inglaterra; formó parte de un programa de turismo sostenible en Armenia, y ayudó a la reconstrucción de un colegio en Cluses, comuna y localidad francesa situada en la región Ródano-Alpes.

Más cerca de casa participó en un programa de eliminación de especies invasoras en las Fragas do Eume, en Pontedeume (A Coruña), y recorrió 987 playas gallegas, desde A Guarda (Pontevedra) hasta Ribadeo (Lugo), para sensibilizar sobre la presencia de basura en la costa. Colaboró con el proyecto Educa, de Cáritas, dando clases de apoyo a menores en riesgo de exclusión; se preparó en sostenibilidad e innovación (trabajó en el departamento de sostenibilidad del banco Abanca) y, así, pese a su corta existencia, un larguísimo etcétera. Su círculo de amistades habla de ella como una chica muy madura, empática, vitalista y extremadamente responsable.

Pese a su abultada trayectoria, antes de su encarcelamiento Ana Baneira había compartido en redes que, en calidad de mochilera, había tomado la determinación de iniciar un viaje de seis meses por Oriente medio y Asia central. "He decidido que sea un viaje lento, sin prisas, un itinerario fuera de lo común que me permita ser más consciente de los lugares que visito y las personas que conozco". Después de ese mensaje, la siguiente comunicación fue la facilitada por la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (HRANA), que informó de su arresto.