Diseñar un buen plan estratégico de responsabilidad social corporativa permite a las empresas actuar de manera metódica con el fin de realizar determinadas acciones en esta área. También contribuye a destinar recursos, establecer responsabilidades y perfilar actividades concretas que tengan un impacto notable en el cuidado del medio ambiente o la sociedad. Con el fin de concretar uno efectivo, seguir estas indicaciones nos resultará de gran utilidad.

Aspectos principales para crear un buen plan estratégico de RSC

Dada la importancia que poseen estos planes, es recomendable adaptarlos a la realidad de la empresa y sus posibilidades. Cada una, sin importar su tamaño o el sector en el que desarrolle su actividad, tiene la capacidad de generar un impacto positivo en la comunidad más cercana en la que se encuentra, por ejemplo. Al detallar cómo actuará en un plan, conseguirá unos mejores resultados y evitará caer en determinadas malas prácticas destinadas a mantener las apariencias.

Analizar la situación inicial de la empresa

Se trata del primer paso para diseñar cualquier plan estratégico. Es necesario llevar a cabo un análisis previo de la situación de partida de la empresa, algo que servirá para determinar objetivos y metas concretas. Se evaluarán las acciones de RSC realizadas en el pasado, los problemas actuales de la sociedad, el impacto en el medio ambiente de la compañía o qué están realizando otras del mismo sector.

Al cumplir con este paso, dispondremos de una imagen actualizada y precisa del punto de partida. Así que, hay que destinar un tiempo adecuado a realizar este análisis para que sea útil. Al fin y al cabo, determinará el desarrollo de todo el plan.

Máximas para el diseño del plan estratégico

  1. Adaptarlo a la realidad de la empresa, a sus posibilidades y circunstancias. 
  2. El plan englobará a los empleados de la empresa, pero también a la comunidad más cercana como accionistas y a los propios clientes.
  3. Acciones claras y concisas. Las tareas que se vayan a realizar estarán acotadas y serán concretas, algo que facilita su cumplimiento y medición. 

Establecimiento de objetivos

Los objetivos son el núcleo y lo que da sentido al plan estratégico. Representan los puntos que se busca conseguir y quiénes estarán involucrados en su desarrollo. Sin ellos, el documento tan solo sería un conjunto de propuestas sin finalidad alguna y, por tanto, no llevarían a ningún lado. Para evitar este problema, estamos obligados a perfilarlos en detalle, a diseñarlos para que sean realistas, alcanzables y acotados en un espacio de tiempo determinado.

Diseño del código de conducta o de ética

Es un aspecto básico del plan estratégico, ya que determina la filosofía que guiará a la empresa. Afecta a cómo se llevarán a cabo las acciones de bienestar social y medioambiental. Gracias a su redacción, la organización consigue mantener unas relaciones transparentes, responsables desde un punto de vista social y que pueden evaluarse con facilidad.

Definición del plan de acción, implementación y medición

La consecución de los objetivos y metas se efectúa siguiendo una serie de acciones concretas y específicas. Cada una conforma un paso que realizar para alcanzar los resultados esperados reflejados en el plan. Por tanto, es necesario que generen impactos medibles o, de otro modo, se quedarían en simples gestos o actos simbólicos sin mayor trascendencia.

Además, es preciso desarrollar una implementación adecuada de cada acción. Por eso, estableceremos diversas fases y ajustaremos los tiempos de aplicación. Por descontado, comunicaremos a las partes interesadas, participantes y responsables el inicio del plan.

Finalmente, el plan estará sujeto a una serie de indicadores o KPI que midan el desarrollo de los objetivos y el impacto de las acciones llevadas a cabo. Son fundamentales para determinar si estamos cumpliendo o no con lo propuesto y un buen punto de partida para aplicar medidas correctivas.

En definitiva, crear un plan estratégico de RSC está al alcance de cualquier empresa, basta con seguir estos pasos. Llevarlos a cabo permitirá a la organización disponer de este importante documento, con el cual contribuir a mejorar la sociedad y a reducir el impacto de sus operaciones en el medio ambiente, entre otras acciones.