En el ecuador de la primera semana de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), la cita promete acelerar el fin de los combustibles fósiles. Ayer mismo, día dedicado a las negociaciones sobre transición energética, gobiernos de todo el mundo lanzaron varios manifiestos, compromisos y pactos sobre el fin del carbón, petróleo y gas y el impulso a las energías renovables. Estos son los principales pactos anunciados hasta la fecha:

Fin de los subsidios

Ayer una veintena de países firmaron una declaración conjunta en la que prometen dejar de financiar la compra de combustibles fósiles para 2022 y, en su lugar, invertir los fondos públicos en energías renovables. Según argumentan los impulsores de esta iniciativa, este acuerdo es el primer pacto global que pone fecha final a la compra de carbón, petróleo y gas, los tres combustibles fósiles que han desencadenado la crisis climática y que amenazan con exponer al planeta a un calentamiento global sin precedentes.

La iniciativa, impulsada por Reino Unido, cuenta con el respaldo de Estados Unidos, uno de los mayores consumidores del globo de combustibles fósiles. Por el momento, el pacto despega con la firma de una veintena de gobiernos de todo el mundo pero se espera que, una vez anunciado su lanzamiento, otros estados se adhieran al compromiso. Los impulsores de esta iniciativa calculan que este pacto podría desviar hasta 7.800 millones de dólares al año de los combustibles fósiles a las energías limpias.

«Es un anuncio importante, pero me sorprende que países como Alemania, Francia e Italia no estén a bordo de esta iniciativa para implementar algo que prometieron el año pasado. El hecho de que algunos países consideren clasificar el gas como inversión verde demuestra que no están en contacto con la realidad», comenta Bas Eickhout, miembro del Parlamento Europeo, tras el anuncio de este pacto.

Mundo sin carbón

Más de 40 países se comprometen a eliminar el uso del carbón, el combustible fósil que más contribuye al aumento global de las temperaturas. El acuerdo, anunciado ayer por la organización de COP26, promete poner fin al uso del carbón en 2030 para las principales economías y en 2040 para los países en vías de desarrollo. Algunos de los principales consumidores de carbón del globo (como Polonia, Vietnam y Chile) se han sumado a este pacto. Otros (como Australia, India, China y Estados Unidos) no han añadido su firma; algo que preocupa.

Ayer, además, gobiernos de todo el mundo lanzaron una nueva declaración conjunta sobre el fin del carbón y la apuesta por las energías renovables. El manifiesto se publicó con la firma de Alemania, Canadá, Italia y España, entre otros. La declaración lanza cuatro compromisos: una rápida apuesta por el despliegue de energías renovables, una transición acelerada para alejarse del carbón, el fin de la construcción de nuevas centrales de carbón y una transición ecológica justa.

Alianza contra el petróleo

La coalición internacional Beyond Oil and Gas suma al apoyo más países y estados. Según anunciaron las delegaciones de Dinamarca y Costa Rica, varios gobiernos se han adherido al pacto para poner fin a la explotación de petróleo y gas.

La alianza propone dos líneas de trabajo. Por un lado, los firmantes de «primer nivel» se comprometen a frenar de manera inmediata la emisión de permisos de explotación de petróleo y gas. Por otro lado, los firmantes secundarios pueden unirse al compromiso bajo la promesa de que eliminarán gradualmente el uso de estos combustibles fósiles y su financiación. Todavía no está claro cuántos países se adherirán a una línea de trabajo o a la otra.

Muchas de estas promesas no suponen una gran novedad, pues también se anunciaron en otros compromisos globales de cumbres anteriores. En este caso, además, tampoco está nada claro cómo estos pactos globales se trasladarán a las legislaciones globales. Es decir, cómo se pasará de la teoría a la práctica.