El cambio de hora de marzo del 2021 tendrá lugar en una España inmersa todavía en la pandemia por coronavirus. Este año se producirá en la noche del sábado 27 al domingo 28, cuando los relojes deberán adelantarse una hora para entrar en el horario de verano.

Cuando las agujas del reloj marquen las dos de la madrugada, se tendrán que avanzar hasta las tres. La modificación horaria de primavera se aplica en todos los países de la Unión Europea (UE), con la intención de ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural. A partir del domingo amanecerá y anochecerá más tarde, hasta otoño.

¿Qué día hay que cambiar la hora?

El cambio al horario de verano se produce siempre en España la madrugada del último domingo de marzo, que este año cae en 28. Por tanto, mantendremos el horario de invierno durante casi todo el mes.

¿Hay que adelantar o retrasar el reloj?

En el cambio horario de primavera hay que adelantar el reloj una hora. El momento exacto de hacerlo es la madrugada del día 28, en la que a las dos pasarán a ser las tres. Si prevés estar durmiendo a esa hora, lo más cómodo es adelantar los relojes al ir a dormir para levantarte el domingo con la hora real.

¿Cómo te afectará el horario de verano?

El efecto más inmediato del cambio de hora es que amanecerá y anochecerá una hora después, por lo que dispondremos de más tiempo de luz solar por las tardes. Ello suele beneficiar a los negocios de ocio como la restauración, si bien este año tendrán que esperar al levantamiento de las medidas contra la propagación del coronavirus para percibir las consecuencias favorables del cambio horario.

¿Qué efectos tiene el cambio en la salud?

El cambio al horario de verano suele tener efectos molestos (en forma de insomnio, somnolencia, irritabilidad o mareos), sobre todo en niños y ancianos, que este año pueden verse agravados por el confinamiento. Se han realizado muchos estudios acerca de sus consecuencias, aunque ninguno de ellos ha aportado resultados concluyentes.

Lo que sí es un hecho es la alteración del sueño debido al cambio de hora, ya que el horario de trabajo sigue siendo el mismo aun habiendo dormido una hora menos. La ruptura de la rutina del sueño provoca un efecto similar al del jet-lag, o un aumento de migrañas.

Esto puede producir, según una investigación elaborada por científicos españoles, un aumento de la mortalidad en las carreteras de 1,5 vidas perdidas cada año. Las razones se relacionan con la fatiga, debido a la acumulación de una hora de sueño.

Otra eventual consecuencia de la alteración del sueño sería un incremento en el número de infartos agudos del miocardio de entre un 4% y un 29%. La tasa de ataques cardiacos durante los primeros tres días de la semana después del cambio al horario de verano aumenta aproximadamente un 5%, según el European Review for Medical and Pharmacological Sciences.

Estos efectos, sin embargo, se verán este año distorsionados por la limitación de la libertad de circulación establecida en las medidas extraordinarias adoptadas contra el coronavirus.

En todo caso, los humanos no somos los únicos que sufrimos el cambio de hora. Se investigan también los problemas que pueden afectar a los animales, sobre todo los de granja. El cambio horario altera las horas de alimentación, por ejemplo en los cerdos, provocándoles ansiedad. También modifica las horas de ordeñar a las vacas (se les extrae la leche cada 12 horas), lo que provoca pérdidas en el total de litros obtenidos al final del día.

¿Cuánto se ahorra con el cambio de hora?

Uno de los argumentos que avalan el cambio al horario de verano son los datos que aporta el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que estima que el ahorro energético potencial es de un 5% solo en España. Este porcentaje representa, aproximadamente, unos 300 millones de euros. De esta cantidad, 90 millones corresponderían al consumo doméstico (unos 6 euros por hogar), y el resto, a la industria o a la iluminación de edificios de servicios.

¿Será el último cambio de hora?

El cambio de hora de marzo del 2020 no será el último. La Comisión Europea se había fijado en principio el objetivo de poner fin a los cambios en el 2019, pero el plan era demasiado ambicioso y el Parlamento Europeo propuso después que el último año con cambio de hora sea el 2021 (algo que también está por ver). La voluntad de los eurodiputados es que los países que se queden con el horario de verano hagan el último cambio en marzo del próximo año, y los que opten por el de invierno, en octubre.

¿Con qué horario se quedará España?

No está nada claro. El comité de expertos nombrado por el Gobierno para decidir si España se queda con el horario de invierno o con el de verano no se pone de acuerdo sobre qué es lo mejor. Por ello, el Ejecutivo ha abierto un periodo de reflexión hasta el 2021, el año acordado por las autoridades europeas para resolver el tema.

¿Cuál es la historia del cambio de hora?

El cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del Sol y consumir menos electricidad (España introdujo el cambio horario en 1974). En 1980, la Comunidad Económica Europea -de la que España aún no formaba parte- publicó la primera directiva para poner orden sobre el tema en los diferentes países.