Todo preparado. Las policías locales de las 16 ciudades más grandes de la Comunidad Valenciana, que van quedar cerradas desde las tres de la tarde de hoy hasta las seis de la madrugada del lunes en aplicación de las nuevas medidas para controlar la expansión de la covid, ya han diseñado el plan conjunto con la Policía Nacional y la Guardia Civil para vigilar que se cumplan las restricciones a la movilidad, que afectan a la mitad de la población valenciana: 2,5 millones de personas.

«No es una caza de brujas. No vamos a pillar... Hay unas medidas decretadas en un momento crítico y nuestra aportación es reforzarlas y tratar de que se cumplan, pero la idea es que la población se conciencie de que es un problema de todos y de que se aplique la responsabilidad personal por el bien de cada uno y de todos».

Quien habla es un alto mando policial, horas después de que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, fuese informado de los pormenores de ese plan de vigilancia en una reunión telemática a la que asistieron los 16 alcaldes de los municipios afectados, buena parte de sus concejales de seguridad y jefe de Policía Local, la consejera de Interior, Gabriela Bravo, la delegada del Gobierno, Gloria Calero, y los máximos responsables de las fuerzas de seguridad: el general jefe de la Guardia Civil, José Hermida; el jefe superior de Policía, Jorge Zurita; y la de la Policía de la Generalitata, Marisol Conde.

Bravo resumió al término de esa reunión que los 16 alcaldes mostraron su «máximo apoyo instucional, tanto a las medidas en sí, como a la actuación necesaria para hacerlas cumplir».

Ante lo que calificó de «fin de semana complejo», ya que «se va a restringir la movilidad de 2,5 millones de valencianos», anunció «un gran despliegue policial en el que participarán las policías locales de los municipios perimetrados con el apoyo, sobre todo, de la Policía Nacional», ya que son la policía estatal competente en 14 de las 16 ciudades afectadas por el cierre.

La Guardia Civil, por su parte, continuará con la labor de garantizar el cierre perimetral de la C. Valenciana, pero también apoyará a la Policía Local de Valencia en el control de la salida sur de la ciudad los accesos a Pinedo, el Saler y el Palmar, principalmente, pero también a otros puntos como las pedanías del norte de la ciudad o los pueblos limítrofes por el sur y tendrá que vigilar que se respete el cierre perimetral de las dos ciudades de más de 50.000 habitantes que recaen en su territorio de actuación: San Vicente del Raspeig y Torrevieja.

Tal como explicó ayer la consellera de Justicia, la «actuación fundamental» será en los accesos a las ciudades perimetradas, «con especial atención a estaciones de autobuses, trenes, aeropuerto, pero también en las playas», que calificó «ámbito complicado», ya que pueden ser un reclamo para los 800.000 habitantes de Valencia, dado que no solo podrán acudir a las playas urbanas, sino también a las que recorren el litoral entre la desembocadura del Túria y el Perellonet, todas ellas dentro del término municipal valenciano.

El mismo problema tendrán Sagunto, Gandia, Castelló, Alicante, Torrevieja, Benidorm e incluso Elche, si bien la previsión de viento fuerte y nubes y claros, con máximas que, por ejemplo en Valencia, no superarán los 21 grados podrían disuadir a los confinados de acudir a la orilla del mar.

Puig agradece la implicación

La unidad de la Policía Nacional adscrita a la Generalitat, por su parte, seguirá ocupándose de controlar el cumplimientos de los aforos y horarios de apertura y cierre en las áreas y centros comerciales, así como en el transporte público, principalmente en lo que respecta a Metrovalencia.

Puig agradeció durante la reunión a todos los presentes su implicación para lograr que estas medidas sirvan realmente a la contención del virus y reiteró el llamamiento a la población para que cumpla con esa restricción a la movilidad. «Son medidas para salvar vidas», dijo, y agregó: «Es imprescindible la corresponsabilidad. Solo desde esa mirada de compromiso podremos salir adelante».