El empeoramiento de las condiciones meteorológicas puso ayer fin definitivo a la búsqueda en las zonas anegadas del Costa Concordia de las 15 personas todavía desaparecidas. La decisión, que fue tomada tras consultar a los familiares de las víctimas no encontradas, se debe a que la poca estabilidad del buque hace imposible garantizar que las tareas de los especialistas en rescates subacuáticos sigan de forma segura. "El riesgo ya no es aceptable", sintetizó Luca Cari, el portavoz de los bomberos.

Lo que sí continuará es la búsqueda en otras zonas del crucero, naufragado hace casi tres semanas, y en el mar en un radio de 18 kilómetros en torno al barco, zona en la que se ha detectado la presencia de algunos objetos que los socorristas creen que podrían ser cadáveres.

De momento, no se sabe con certeza cuándo se iniciará la extracción de las más de 2.300 toneladas de combustible que quedan en los depósitos de la nave, una operación que se ha ido retrasando tanto por las adversas condiciones meteorológicas como por la falta de estabilidad del buque. Tampoco se sabe cuánto tiempo durarán los trabajos para retirar el barco del sitio en el que encalló.