El número de diligencias abiertas por conducir borracho se ha reducido notablemente, en concreto han bajado en un 50% en los últimos seis meses, desde que entró en vigor la reforma penal que castiga con penas de cárcel a quienes se ponen al volante con una tasa excesiva de alcohol. Parece que la posibilidad de ir a la cárcel ha surtido el efecto deseado.

Si en el mes de diciembre del 2007, cuando comenzó a aplicarse la norma, se instruyeron un total de 917 diligencias, en mayo fueron 530. "La reforma está teniendo una gran eficacia preventiva", afirmó Rubalcaba, quien también explicó que en mayo, el primer mes de aplicación de las sanciones penales por ir sin carnet, se abrieron 1.104 diligencias: 939 por no haberse sacado el permiso, 64 por tenerlo retirado y 11 por haber perdido los puntos.