Un auténtico caos, con árboles caídos por el empuje del viento, pacientes evacuados en un psiquiátrico, un grave accidente de tráfico y centenares de coches varados, entre otros aspectos, fue el resultado de la intensísima tormenta que recorrió ayer por la tarde la ciudad de Palma y otros municipios de Mallorca. Cayeron entre 20 y 50 litros por metro cuadrado, nada del otro mundo, pero en la capital se recogieron 15 en solo 10 minutos. Testigos se refirieron al fenómeno como un tornado.

El paso de la tormenta dejó dos heridos graves. El primero es un vigilante que se encontraba en una caseta de una obra que fue arrastrada por el viento. Las rachas máximas alcanzaron los 109 kilómetros por hora, según el Instituto Nacional de Meteorología. El segundo herido grave es un conductor que se vio implicado en un accidente en cadena que se registró en las afueras de Palma, en la carrera de Valldemosa. Otras 19 personas sufrieron heridas de diversa consideración, entre ellas dos niños que se encontraban en un coche.