La cita es el próximo sábado, 16 de diciembre. Ese día, motoristas de toda España volverán a salir a las calles para reclamar más seguridad. Pedirán cuatro cosas. La primera, que los guardarraíles tengan una doble barrera metálica. La segunda, que baje el precio de los cascos. La tercera, que las señales horizontales sean de pintura antideslizante. Y la cuarta, que las señales verticales sean de material rompible.

Dos días antes de la manifestación, el 14 de diciembre, los responsables de las plataformas que organizan la protesta mantendrán un encuentro con responsables del Ministerio de Fomento, según anunció ayer el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras visitar la Dirección General de Tráfico (DGT). El ministro, que se mostró comprensivo con las reivindicaciones, y dijo que la reunión servirá para "conciliar posturas".

Rubalcaba destacó que, en la entrevista, Fomento explicará "el trabajo" que se está llevando a cabo en la red de carreteras del Estado --25.000 kilómetros-- para incorporar otra banda a los quitamiedos de tal manera que los postes que los sujetan no se conviertan en auténticas guillotinas cuando haya un accidente.

Según el colectivo, el 15% de los motoristas fallecidos en carretera mueren a causa de los guardarraíles. Pere Casas, de la asociación Sí a la moto, recordó que el porcentaje "se dispara" en el caso de las amputaciones. Los quitamiedos son, desde hace años, el principal caballo de batalla de las plataformas de motoristas. "Los conductores de coches siempre nos critican porque dicen que vamos muy rápido, pero no es verdad. El 85% de los accidentes con los guardarraíles tienen lugar a menos de 70 km/h y hay que recordar que a más de 30 km/h ya son un arma letal", añadió Casas.

Frente al optimismo de Rubalcaba ante la convocatoria de Fomento, el sector de las dos ruedas mostró su escepticismo. "Nos van a contar lo mismo de siempre, así que nosotros seguimos adelante con la manifestación del día 16", dijo el presidente de la Plataforma Motera Seguridad Vial, Manuel Picón. Ya en el 2005 se firmó un acuerdo en el que se obligaba al Gobierno a instalar en los guardarraíles otra banda metálica.