Diciembre es el mes de los reencuentros, de las celebraciones y sobre todo, de la Navidad. Durante esta época del año, la gastronomía se convierte en la auténtica protagonista de la festividad. Prueba de ello son los exquisitos manjares y dulces navideños que adornan las mesas de los hogares españoles. Y es que, la cuenta atrás para disfrutar de las comidas en familia ya ha comenzado.
Realizar ejercicio físico en esta época del año es fundamental para contrarrestar los excesos.
En muchas ocasiones, la alimentación se sitúa en el punto de mira. Las vacaciones, los excesos navideños y los momentos de relax pueden influir negativamente en la dieta. Hay que disfrutar de la gastronomía que nos brinda la Navidad, pero sin cambiar nuestros hábitos nutricionales.
Consejos para evitar los excesos navideños
Puede parecer una tarea complicada, pero no lo es. Reducir la ingesta de grasas y azúcar es posible si tenemos en cuenta una serie de recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable también en Navidad.
No saltarse las comidas
Realizar las cinco comidas al día es clave para tener una alimentación sana y equilibrada. Durante estas fechas tan señaladas, comer en exceso es habitual. Para compensar esta acción, se comete el error de consumir menos raciones diarias.
Moderar la ingesta de alcohol y de los procesados
Siempre hay que beber con moderación pero en Navidad, el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas viene acompañado de una gran cantidad de calorías. Por ello, es importante controlar la ingesta de estos productos. Lo mismo ocurre con los alimentos procesados.
Realizar ejercicio físico
Vacaciones, descanso y tiempo libre. La combinación perfecta para practicar deporte. Realizar ejercicio físico en esta época del año es fundamental para contrarrestar los excesos de las celebraciones navideñas. Ya sea ir al gimnasio o dar un paseo al aire libre, todo suma.
Comer despacio y con tranquilidad
Masticar bien los alimentos tiene beneficios. Favorece la digestión y además, nos mantiene saciados por más tiempo. De hecho, saborear y degustar la comida con calma nos permite dejar atrás posibles indigestiones o empachos.
