En las últimas semanas, se han escrito ríos de tinta sobre las inyecciones para adelgazar: estos medicamentos que, originalmente, estaban pensados para tratar los altos niveles de glucosa en sangre, ha provocado un desabastecimiento de fármacos para los pacientes que sufren diabetes tipo 2 a raíz de un estudio que demuestra que se puede bajar hasta un 20% del peso corporal con ellos.

Pero mucho antes de las inyecciones para adelgazar ya se popularizaron los "polvos para adelgazar" o "polvos mágicos": complementos alimenticios con extracto de judías, magnesio, zinc o selenio que prometían reducir entre 8 y 10 kilogramos, y que generaron mucha polémica por su promoción indiscriminada en la televisión.

Polvos para adelgazar, ¿funcionan?

Algunas de las marcas de polvos "mágicos" para adelgazar son Satial, Vientre plano, AMPK o Quetal (ninguna de ellas en venta en España): los dos primeros prometen inhibir la absorción de carbohidratos, es decir, son polvos que prometen añadirse a las comidas como hamburguesas, pizzas o pastas y que impedirían que el cuerpo tomara los nutrientes "responsables de engordar"; los dos últimos, AMPK y Quelat, por su parte, son suplementos que prometen acelerar el metabolismo basal para quemar grasas rápidamente.

El problema principal de este tipo de complementos, además de la falta de evidencia científica que respalde su uso, es que impiden que el cuerpo absorba los carbohidratos ingeridos inhibiendo su digestión: esto puede provocar daños en el intestino y generar intolerancias,ya que los alimentos pasan sin encontrarse en la fase adecuada para la parte del sistema digestivo en la que se encuentran.

El problema principal de los polvos para adelgazar

Además de todos los motivos por los que los nutricionistas están en contra de los famosos polvos para adelgazar, hay otro motivo por el que se tiende a demonizar este tipo de productos: frente a las recomendaciones más extendidas de mantener una dieta saludable y una rutina de ejercicio constante, este tipo de productos promueven todo lo contrario y en vez de educar a las personas a alimentarse mejor, prometen hacer desaparecer las calorías milagrosamente.

Antes de consumir cualquier tipo de complemento alimenticio para adelgazar o someterse a tratamientos estéticos, es recomendable aprender a llevar unos hábitos de vida saludables.