El visitante percibe cuando entra que en este patio cordobés, aunque lógicamente está muy cuidado para recibir a todo el mundo, que todo es auténtico porque está siempre muy vivido. El recinto está justo como les gusta tenerlo a Toñi y Ricardo, y aunque ha recuperado el alma del siglo XIX (su estructura es hasta dos siglos aún más antigua, dicen los expertos a tenor de su estructura, arcos y galería superior), lo ha hecho con el sello de sus cuidadores, especialmente en la citada galería superior o en el cerramiento con cristaleras de parte del atrio. Por otro lado, se respira cierto aire cervantino. Quizá porque la familia es de letras, imprenta, biblioteca y hasta de librería anexa, por cierto, especializada en temas sociales, de los patios y de historia popular, muy en consonancia con el espíritu de los patios. Vean el rincón de la fuente, el preferido de Ricardo para leer. Toñi informa que no faltarán este año sus clásicos pendientes de la reina, monárquico nombre de una especie perfectamente compatible con el rojo, amarillo, morado y demás colores de flores en este patio cordobés.

ARQUITECTURA ANTIGUA (categoría D). De 41 a 61 metros.

PREMIOS

Séptimo: 2016. Accésit (2003 y 2009). Mención especial (2005, 2007 y 2011), Premio Singular (2017) y Decoración Natural (1999).

CUIDADORES:

Ricardo González y Toñi Lucena.

EL DETALLE

La galería superior, que recupera el espíritu del inmueble, y, por supuesto, el rincón de la fuente.

LA PLANTA

Los pendientes de la reina, que no todos los años están presentes. El año pasado sorprendieron las azucenas.