El Córdoba Futsal se queda sin rebelión ante el Movistar Inter

No hubo rebelión. El gigante le ganó al aspirante, la experiencia se sobrepuso a la ilusión y, como viene siendo costumbre, al Córdoba Futsal solo le quedó recomponer el semblante y aprender de otro correctivo ante el Movistar Inter en el Jorge Garbajosa (7-2), del que salió goleado. Se impusieron los interistas por orden, talento y pegada a los de Josan González, a los que una primera mitad amarga les sacó del pleito. Poco o nada surtió efecto en ataque y la parcela defensiva acusó sobremanera las embestidas telefónicas, que eran constantes. Un Miguel Kenji inspirado y la potencia de Mykytiuk recuperaron algo de crédito llegado el último tramo, aunque los goles postreros, contados a pares en los locales, cerraron oportunidad alguna de optar al botín y todavía reservarse opciones -aunque ínfimas- de cara a una hipotética clasificación para la fase por el título.

Goleada interista

El escenario era el idóneo y el rival no podía ser más estimulante, por lo que la apuesta debía estar a la altura, si bien comedida. Desde ahí optó Josan González por un quinteto de garantías, alineando a Fabio Alvira bajo palos y brindándole un buen escudero como Mykytiuk más aplicado en labores defensivas.  Pulinho y Lucas Perin saltaron escorados en las alas, mientras que Muhammad dejó apuntalado el ataque. De Perin surgió precisamente la primera ocasión reseñable del encuentro, una vez superado el clásico tanteo de inicio -en el que no hubo que lamentar nada-, con un zapatazo escorado que por poco mete en un lío a Jesús García. Más mermado de dicha acción salió extrañamente el são-bernardense, que desde entonces arrastró ciertas molestias musculares a lo largo del encuentro. 

Y es que el pleito comenzó con mucho ritmo. Cumplidos los primeros cinco de juego, los zarpazos volaban de un lado al otro, casi sin espacio para ser hilados debitamente. Damián Mareco volvió a tenerla pero topó con la zaga local en una rápida transición, instantes antes del golazo de Drahovsky, que aprovechó una acción de pizarra para, tras recibir de Terry, catapultar un chut indetectable directo a la escuadra, después de deshacerse de su marca con un sencillo bloqueo. Le contestó seguidamente Pulinho, exigiendo una estirada providencial de Jesús García tras apropiarse de un balón sin dueño en la medular de la pista madrileña. 

Se apreciaba cierto tímido crecimiento del Córdoba Futsal con el avance del minutero, aunque la mordiente interista era peligro garantizado. Cecilio Morales, el montoreño, por poco dejó confirmada dicha instancia con un punterazo al que Fabio Alvira repelió a mano cambiada, al igual que hizo ante Terry Prestjord, que compases más tarde sí elevó la renta tras superar la estirada de Víctor Areales -permutado bajo palos- con un regate ensayado en una baldosa. Desde ahí el monólogo fue total: Korpela también rondó el tercero, al igual que Raúl Gómez, pero lo acabó firmando Humberto, después de asociarse con Drahovsky. Sobre la bocina Fits se inventó una vaselina exquisita para sumar el cuarto, al que incluso Humberto, de nuevo, pudo añadir una última diana antes del descanso. 

En busca del milagro

El paso por vestuarios recalcó lo evidente: los pupilos de Josan González necesitaban más -y mejor- para contener las embestidas de un Movistar Inter con una pegada irrefrenable. Ni un minuto de juego hizo falta para desactivar el plan, no obstante, con el quinto de la cita en pies de Humberto, tras un despeje convertido en chut ante la media salida de Víctor Areales. No le dejó apenas celebrar Mykytiuk, eso sí, que justo tras la reanudación firmó un derechazo inapelable para inaugurar la cuenta cordobesa. Entre reajustes igualmente pudo llegar el segundo tanto del cierre ucraniano, merced de una internada en solitario que se marchó rondando la madera.

Humberto, sumamente activo, también topó con el palo tras un contraataque eléctrico comandado de nuevo por su compatriota Terry Prestjord, mientras que el italiano-brasileño Miguel Kenji, desde el bando cordobés, abanderó la mejoría cordobesista. Con el larguero se encontró el de Paraná tras probar suerte desde el perfil zurdo, para más tarde quedarse sin premio en una acción rocambolesca ante Jesús García, de la que el meta madrileño escapó con una triple parada antológica, dos frente al ala y otra, incluso de más mérito, tras una cabalgada y disparo de Damián Mareco. 

La cancha comenzó a volcarse hacia la portería telefónica progresivamente, más con la entrada del juego de cinco, que encontró a Kenji de nuevo como pieza más inspirada. Lucas Perin tampoco se amilanó y tanteó el segundo por abajo, Cecilio Morales sacó una intentona de Muhammad con el rostro, a la par que Kenji, a falta de 50 segundos, aprovechó un rechace sobre la zaga local para reducir distancias. En esas también hubo espacio para un par de ensayos de Arnaldo Báez, aunque tanto Pablo Ordóñez como Raúl Gómez no perdonaron a la hora de escalar el castigo, a portería vacía y ya con el cuadro andaluz volcado en busca de un milagro que apenas se quedó a medio camino en Torrejón de Ardoz.

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