El Córdoba Futsal se ahoga en un final dramático ante el Palma

Equiparó en voluntad y trabajo, pero pecó de inexperiencia y le sobró casi toda la segunda parte. Fue una noche extraña para el Córdoba Futsal ante el Mallorca Palma Futsal en Vista Alegre (2-4), frente al que hizo prácticamente todo bien pero se acabó marchando con el semblante torcido, también sin premio. Cada concesión acabó traducida en zarpazo por parte del campeón de Europa y de la Intercontinental, al que el más mínimo resquicio o conato de indecisión blanquiverde le servía para inventarse algún gol -incluso cuando estaba postrado sobre la lona-. El último tramo también se encargó de evidenciar las diferentes dimensiones entre los clubes, por historial y presupuesto, dentro de un intercambio de zarpazos en el que pegó mejor y más fuerte el bando visitante, hasta el punto de reponer el empate y, en última instancia, incluso llevarse el pleito al zurrón.

Un plan definido

Ante una cita de tal exigencia, Josan González alineó un quinteto de confianza y con una clara vocación ofensiva, con las bajas de Lucas Perin, Antoniazzi, Josema, Kenji y Huguinho. Bajo palos partió Fabio, seguido de una línea de dos escuderos en el cierre, Damián Mareco y Mykytiuk, junto a la verticalidad de Zequi y Muhammad para dar vuelo a las alas. En la recámara, además, un buen puñado de perlas de la cantera como Hugo, Fabían, Álvaro Gallego y Emilio. La receta era clara y su premisa sencilla: no dejar demasiado espacio a los jugones del Palma. Si querían maniatar, o al menos trabar, al vigente campeón de Europa e intercontinental, el parqué de Vista Alegre debía hacerse lo más pequeño posible. 

El plan estaba definido de inicio, aunque el guion se enrevesó casi al primer minuto de juego: asistió Moslem, previa acción individual, para el gol inaugural de Tayebi con el pecho. La clásica desconexión de apertura. Parte del público todavía andaba ubicando su asiento cuando el combinado mallorquín ya había abierto el intercambio de zarpazos en Vista Alegre, dentro de un tramo inicial pleno de ritmo -y peligro- y al que sucesiones de oportunidades irían dando altura.  Precisamente Moslem, lances después, volvió a hacer uso de su gran juego exterior para buscar el segundo de la tarde-noche en la pista cordobesa. 

La contestación de los de Josan González fue reposada, aunque con muchísimo acierto. Después de una parada en línea de gol del cordobés Carlos Barrón a Zequi, cinco minutos de reflexión tras el mazazo, que no alteró el discurso, y algo de tanteo, apareció Kaué para poner el 1-1 en el marcador tras una galopada inmensa. Eran los mejores momentos blanquiverdes, recuperando espacio y asustando al campeón de todo.

Ciertamente, el reloj se alió con el Córdoba Futsal. Entrado el segundo tramo del primer tiempo, el cambio de papeles se hizo efectivo. Pudo dar la vuelta al marcador hasta en dos ocasiones Muhammad, que cuerpeando trajo de cabeza a la zaga balear, mientras que Kaué, inspirado, también rondó la remontada antes de la marcha a vestuarios, aprovechando una mala salida de balón de Rómulo para tentar el arco balear. Fue en los últimos compases cuando el segundo tanto califa subió al marcador, de nuevo en pies de Muhammad -en la enésima de sus ocasiones-, tras definir con calidad ante Carlos Barrón previo robo e hilado individualmente una transición exquisita. Zequi, desde la línea de diez metros, además, pudo elevar sin suerte el resultado, perdonando de doble penalti. 

Embestidas y aguante

Con el marcador en márgenes favorables y el Mallorca Palma Futsal visiblemente enrabietado, el pleito derivó en un ida y vuelta tan pronto como se reanudó tras el descanso. Los de Josan González, por su parte, se ajustaron al libreto y dejaron hacer a la escuadra balear, a la que la ristra de estrellas en su plantel no terminaba de dar la claridad necesaria para perforar el entramado local, aunque sí para dejar espacios seductores a la espalda de la defensa. La tuvo Moslem para reponer las tablas, lo evitó Muhammad, mientras que Zequi, en la acción consecutiva, se enredó en el recorte ante Barrón en lo que podría haber sido el tercero. 

Estaba mejor el Córdoba Futsal, era una realidad. Si los insulares tiraban de repertorio individual, para los andaluces todo era más acorde a una actuación coral. Pudo confirmarlo el propio Víctor Areales, en una de sus clásicas subidas, demandando otra estirada de su paisano Carlos Barrón, homólogo bajo palos, para evitar males mayores. Todos estaban enchufados.

Pero la calidad visitante era innegable. Bruno Gomes estuvo cerca de poner el 2-2 en el  luminoso sacándose un reverso fugaz de la chistera, compases antes de otra de las acciones clave del encuentro: la doble amarilla y consecuente expulsión para el pívot brasileño, que dejaba al Palma Futsal con tres en pista y en teoría desamparado ante las embestidas blanquiverdes. En superioridad numérica, de esta forma, pudo meter tierra de por medio el ucraniano Mykytiuk, hasta en dos ocasiones, aunque los 120 segundos de castigo rival se saldaron sin excesivas incidencias.

Un final dramático

Ambos bandos escalaron significativamente la intensidad con la entrada de los últimos diez minutos de juego. Víctor le sacó un derechazo al internacional español Rivillos -que es zurdo-, a la par que desde el banquillo blanquiverde se lanzó un mensaje conservador, tocaba apretar atrás. En esa instancia mejoró y ganó peso en el parqué el campeón europeo, que por mediación de Fabinho acumuló buenas oportunidades, aunque acabó devolviendo la paridad en botas de Moslem con un chut lejano. 

Al contraataque tocaría apurar el tiempo, pero la papeleta se iba a seguir complicando. Apenas reinstaurado el juego, Muhammad vio la segunda tarjeta amarilla en su cuenta -en una acción infantil, trabando desde el suelo a un adversario-, dejando al cuadro local con un futbolista menos de forma dramática. No perdonaron los mallorquines con uno más, remontando la remontada con el 2-3 firmado por Tayebi, que la empujó en el segundo palo después de un pase filtrado con mucha intención de Rivillos. Otro mazazo. 

Y ahí movió ficha a la desesperada Josan González, pero el margen era ínfimo. Guilherme ingresó en el terreno de juego como portero-jugador, sacando a relucir un juego de cinco pleno de voluntad, pero falto de fluidez y convicción. Tampoco surtió efecto la receta en un tramo final casi sobrante tras la sentencia de Chaguinha -previa parada in extremis de Barrón-, que aprovechó la meta descuidada de los cordobeses para sentar el 2-4 definitivo y derrota en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre.

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