La esencia de la base para el fútbol sala cordobés tiene una cita ineludible en el colegio San Francisco de Sales (Salesianos). Las instalaciones de dicho centro acogen, desde este jueves 24 de junio, el III Campus de Tecnificación de los hermanos Leal. Tanto David como Manu, grandes referentes en la provincia para el deporte de sala, entrenarán junto a los más pequeños en unos días donde lo más importante, sin lugar a dudas, estará en su formación personal y deportiva. No obstante, el futuro del que fuera capitán del Córdoba Patrimonio de la Humanidad también es una de las cuestiones a resolver, una circunstancia que podría estar próxima a solventarse.

Una gran ilusión forjada desde pequeños

En torno a 70 niños y niñas, de edades comprendidas entre los 6 y los 15 años, completaron el cupo de inscripciones demostrando sus ganas por participar en este acto. Dicha ilusión quedó refrendada nada más arrancar la actividad, algo que ocurrió a las 9 de la mañana y se prolongó hasta las 14 horas. De hecho, ese sería el horario establecido también para las siguientes fechas (25, 28, 29 y 30 de junio y el 1 y 2 de julio). Todos ellos, cumpliendo las medidas sanitarias debido al covid-19, lucieron el equipamiento deportivo y la mascarilla diseñados para la cita.

Tras la pertinente charla con los jóvenes valores, los monitores del campus -entre los que formaron, además de los Leal, David Margarito, Josema o Manu Ledesma- dividieron a los presentes en cinco grupos burbuja para focalizar el trabajo de una manera acorde. La indispensable ayuda del Club Deportivo y de la familia salesiana fue reconocida en varias ocasiones por David y Manu. Y es que cabe recordar que ambos llevan por bandera a María Auxiliadora y todo lo que rodea a esta conocida y querida zona de la capital. Precisamente este colegio es el que mayor número de jugadores y jugadoras aportó, aunque otros 18 centros de toda Córdoba se unieron a estas jornadas con parte de su alumnado.

Varios pequeños realizan ejercicios durante el campus de los hermanos Leal, en Salesianos. MANUEL MURILLO

La premisa a acometer residió en la transmisión de los valores del fútbol sala, un punto de partida donde puedan crecer y desarrollarse como personas y adolescentes. Asimismo, en lo concerniente a su juego, la mejoría en aspectos técnicos y tácticos es otro caballo de batalla que centraría la atención de todos los preparadores. Siempre fue el objetivo primario de un campus que nació el año del imborrable ascenso a la elite y que se ha ido consolidando gracias a la repercusión generada en los medios y la colaboración de patrocinadores.

“La pandemia no nos permitió realizar esta cita el año pasado, por lo que lo cogíamos con muchas ganas monitores y los chicos y las caras de alegría se veían reflejadas en todo el mundo”, apuntó David. Su hermano mayor explicó detenidamente las sesiones a acometer. “Se repartirían por grupos. En uno de ellos se practicaría el control y el pase porque a los más pequeños, si les enseñas ese control con la planta y el pase con el interior, poco a poco van cogiendo calidad, técnica y visión de juego”. El apartado de finalización, que es “de los más importantes porque se chuta mucho a puerta”, también irrumpió con fuerza. Además, los porteros tienen “ejercicios específicos” y existen “otras postas de conducción para que jueguen con la cabeza bien levantada”.

Visitas de nivel para un mayor aprendizaje

Los dos jugadores no paraban de hacerse selfies con quien se lo pidiese, lo que dejaba a las claras el cariño que todos tenían hacia sus respectivas figuras. “Para nosotros es un orgullo que nos miren con esa cara de ilusión y ojalá sea yo el que en el día de mañana pueda ir a Vista Alegre a verles jugar en nuestro magnífico Córdoba, sería un sueño hecho realidad”, apuntó Manu. Porque, sobre todo, a ambos les gusta estar con los chicos y chicas y pretenden “meterle el veneno del fútbol sala” para que en esta ciudad se mantenga “el fútbol en la élite” al existir “mimbres como para tener muchísimos jugadores cordobeses en la plantilla”, añadió.

Otro de los aspectos a destacar en este Campus reside en las visitas de deportistas que cuentan sus vivencias a los presentes. “Diariamente vienen jugadores profesionales del fútbol sala y del fútbol. Recuerdo que estuvo por aquí Javi Lara y esperemos que los que vengan puedan servir como referente para ellos”, subrayó David. En principio, Jesulito, Andresito, Javi Flores y alguna destacada jugadora están en la agenda para hacer las delicias de los niños y niñas.

David y Manu Leal, este jueves, en Salesianos, durante su campus de fútbol sala. MANUEL MURILLO

El “duro palo” de Manu Leal tras su salida del Córdoba

La pasión por este deporte, aunque pareciera dormida en algunas etapas, despertó de golpe y una gran responsabilidad de que ello fuera así la tienen David y Manu. El menor de los Leal arribó en la temporada 2014-15 cuando el equipo se encontraba en Tercera División. Integró las plantillas que promocionaron a Segunda y, posteriormente, a Primera. Sin embargo, el pasado mes de febrero tuvo que marcharse de la entidad al no poder compaginar su labor docente con las sesiones de entrenamientos. Poco después anunció que formaría parte del Decorséneca de la Segunda Andaluza sénior cordobesa junto a otros ilustres como Lolo Jarque o Dani Aranda. Ahora, el fútbol sala lo seguirá practicando “mientras el cuerpo aguante” porque estará “dentro de mí toda la vida”.

Manu, que también hizo historia desde los orígenes del club, lamentó su salida al término de este curso. “No me lo esperaba y fue un palo muy duro para mí. He estado de vacaciones desconectando y ahora decidiré lo mejor para mi futuro”, recalcó. El ala, que jugó 29 partidos y anotó un gol, apostilló que todavía “me queda mucho fútbol sala y lo seguiré demostrando en otro sitio”. Ofertas no le faltarán y el abanico de equipos podría depararle un destino de nuevo en Primera o en un Segunda División que aspire a lo máximo.

La decisión de su adiós fue tomada por la entidad. “El entrenador, por suerte o desgracia, ha tomado sus propias decisiones. Quiere tener su gente de confianza o por la que apueste y desde el club se lo han consentido porque creen que es lo mejor y todo es respetable”. Su sueño, el retirarse en el Córdoba, no se producirá. “Me lo había ganado, pero la vida hace que se cierre una puerta y se abra una ventana y tengo que seguir jugando al fútbol sala”.

En lo concerniente a las miras de los blanquiverdes para la 2021-22, Manu elevó el listón. “Cuando estaba con ellos les decía que debían subir un escalón cada año, necesitan pensar en cotas más altas como meterse entre los ocho primeros, poder jugar un play off o la Copa de España. Ya no vale con mantenerse estar en Primera División porque el club ha crecido a pasos agigantados”.

El futuro del campus en la ciudad

La intención es ser “un campus referente en Córdoba de aquí a corto plazo”, lo que provocaría que “vengan más colegios” de los que estuvieron. “Es una ilusión tremenda, nosotros metemos a nuestros monitores y cuando no haya covid podremos hacer muchas más cosas”. De nuevo tuvieron buenas palabras para las familias que “depositan su confianza” y los que se quieran unir “para posteriores ediciones” serán “bienvenidos” en la gran familia que crece en los Salesianos.