Guzmanas 7

Es de los patios a los que mejor le ha sentado la peculiar primavera vivida de semanas frías, otras cálidas o con lluvia, y parece haber explotado en color. La buganvilla, que fue un gran recurso para las altísimas paredes del patio, está espectacular pese a una poda reciente, creando «un tapiz que ya cubre el frontal», explica Óscar Rubio. Y también asombran el jazmín, unos geranios inmensos o calas que alcanzaban en abril 2,3 metros. Y lo mejor es que esta joven pareja no pierde el entusiasmo por el patio y, más importante aún, por vivirlo. Ya son un referente en el barrio y guardan como tesoro plantas cedidas de antiguos patios vecinos que ya no concursan, todo ello en un edificio del que hay datos desde 1690 y que han ido recuperando con sus propias manos, rincón a rincón y maceta a maceta. Posiblemente, unos de los que mejor han entendido la magia y los valores de la Fiesta de los Patios.