Opinión | RECONOCIMIENTO

Carlos Vargas Escobar

Un buen compañero

Tener un buen trabajo no depende solo de que esté bien retribuido y gozar de buenas condiciones laborales. Un ambiente laboral enrarecido o tóxico puede amargar y malograr todo empeño y abortar cualquier logro. Por eso valoro mucho la suerte que tuve de trabajar junto a José Antonio Luque, una persona jovial, generosa, ilustrada, tolerante y buena en el mejor sentido y mayor grado que pueda darse.

Por mucho que me empeñe, no podría devolverle todo el ánimo, la confianza y los beneficios que obtuve de su compañerismo. Para eso sería menester tener su talla, y yo, ¡ay!, estoy lejos de alcanzarla. No pude asistir al homenaje y reconocimiento que ha recibido, y quiero transmitirle mi cariño, en estos momentos tristes que está pasando; la muerte de Mari, su mujer, le desgarra el alma.

Un abrazo, compañero: ¡Nos vamos a comer el mundo!