Ahora que proliferan tanto las redes sociales, ahora que instantáneamente podemos mostrar nuestra opinión o vivencia, a través de nuestro terminal, pongo en valor y con mérito añadido a aquellos que, como yo, le dábamos la paliza a nuestro abuelo para que nos llevara a los toros . Decían « te estarás calladito y quieto» y cómo no ibas a hacerlo, si ya entrando a la plaza y después de haber escuchado la tertulia en el café, luego en la piedra del tendido aguantando el calor, pero disfrutando de ver a tu abuelo cómo comparte diálogos con otros aficionados, cómo explicaban al toro, cómo se cabreaba y cómo se emocionaba con ese pase o capotazo o tercio de banderillas.

De vez en cuando miraba hacia abajo y te susurraba; toma nota que esto no lo vas a ver en la vida . Concluyendo, camino se hace al andar y afición a base de piedra de tendido y oído a tus mayores.