Opinión | Tribuna abierta

Homenaje a Jaime Loring

Cuando el pasado martes recibí un correo-e pidiéndome en nombre de la Asociación de Antiguos Alumnos que hiciera una breve semblanza de D. Jaime, acepté de inmediato sin dudarlo, sin pensarlo. ¿Hablar sobre D. Jaime?, con quien quiera, ¡hasta debajo del agua! ¿Ayudarle? ¡Hasta donde se pueda! ¿Seguirle? ¡Hasta el fin del mundo! Pero luego me entero de que hablo en nombre de los Antiguos Alumnos y Amigos de ETEA, en un acto, en que su semblanza sobra ¿Quién no lo conoce?

Me precipité. Se me apareció la tormenta perfecta: por un lado, su cara, la de D. Jaime, fruncido el ceño, semicerrados sus ojos como desojando halagos innecesarios mientras hablo. Y leo su pensamiento ¡todo eso está muy bien! ¡Pero y qué! ¿Qué hacemos, ahora?. Y de otro ¿qué digo yo en nombre de todos mis compañeros, algunos de ellos, ya muchos desconocidos. ¿Cómo recojo sus pensamientos, su opinión, su admiración, su agradecimiento hacia él, qué técnica de demoscopia aplico para hacerlo?

En ese momento sentí no haber seguido un de consejo que D. Jaime me dio sobre cómo debía actuar en reuniones con personas para no perderles el respeto ni las formas.

-¡Antes de contestar cuenta hasta diez!- Me dijo. ¡Cuantas veces lo he practicado! ¡Cuantas veces he acertado al aplicarlo! Orgulloso estaba yo del consejo, al creerme poseedor, quizás, de la fórmula secreta sobre cómo alcanzar el discernimiento ignaciano y mira por donde, una vez que lo incumplo... me meto en un lío.

Pasada la tormenta, pensé que tampoco iba a llegar la sangre al río. Y que tenía además, la oportunidad de decir lo que me diera la gana y luego, contrastarlo con vuestras quejas o adhesiones. Por lo tanto mis palabras van dirigidas a D. Jaime... en nombre de todos, espero.

¡Querido D. Jaime! Esto no es un simple acto de homenaje de halago o reconocimiento a su persona, cosas ya sabemos le importan un bledo.

Este es un acto en el que se pretende que colaboremos con una de sus preocupaciones actuales, Ieamakie. Dura tarea. Aquí estamos. Es un acto también en el que nos reunimos antiguos alumnos de ETEA y como somos humanos, no podemos dejar de mostrarle nuestro agradecimiento, por los muchos años vividos juntos, por lo mucho que nos ha aportado, por los horizontes que nos ha abierto y por el ejemplo que nos da, día a día. Es un acto también en donde mostramos nuestro orgullo de ser sus alumnos, de haberlo seguido dentro de nuestras circunstancias, de ser sus amigos. Y en el que nos sentimos orgullosos al verlo homenajeado en múltiples ocasiones.

Acumula ahora mismo, y no creo equivocarme; más premios, homenajes, reconocimientos y medallas que nadie en nuestra ciudad. Hijo Predilecto de Córdoba, Medalla de Oro de la ciudad ,Medalla de oro del Colegio de Economistas, Medalla de Oro del Foro Nuevo Milenio, Fiambrera de plata del Ateneo de Córdoba, Hijo Predilecto de Andalucía, Doctor Honoris causa por la Universidad Centroamericana de Nicaragua, Medalla De la Simeón Cañas de El Salvador, y reconocido también en la Universidad de la Habana. Ha sido homenajeado por ETEA cuando pasó a la reserva, en la conmemoración del 25 aniversario del inicio de la cooperación al desarrollo en Centroamérica y en el 50 aniversario de su fundación.

Es presidente honorario de la Fundación ETEA para la cooperación al desarrollo y presidente de honor de la Fundación que lleva su nombre y que me honro en presidir. Por cierto, aprovecho la ocasión compañeros, para emplazaros a un próximo encuentro. La Asociación de Antiguos Alumnos, Iemakaie y la Fundación Jaime Loring revoloteamos por los aledaños de San Hipólito y quizás podrían provocarse algunas confluencias. Tiene Ud. el respeto, el reconocimiento y el afecto de todas las instituciones y de las personas por donde ha pasado, han colaborado con Ud., o lo han seguido en sus clases o artículos. Y tiene la confianza de todo el mundo que lo conoce, porque Ud. dice siempre lo que piensa y vive como piensa. Ud. es un referente en nuestra ciudad y en nuestras vidas. Es un ejemplo a seguir. Es un orgullo para todos nosotros. Gracias por permitirnos estar cerca de Ud.

*Ganadero

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